La espalda es el eje sobre el que descansa la parte superior de nuestro cuerpo y tiene algunas funciones tan importantes como mantener el tronco erguido, permitir su movimiento y proteger los nervios que pasan por el interior de la columna en su camino al cerebro.
Por lo anterior, cualquier lesión o sobrecarga en algún elemento de la espalda provocará dolor y alguna posible interferencia en las citadas funciones.
Generalmente nos olvidamos que con unos simples cambios de hábitos en nuestra postura evitaremos futuros problemas en la espalda. Las posturas correctas para las actividades más comunes serían las siguientes:
Estando de pie
Evitar estar encorvado
Tener los brazos apoyados el mayor tiempo posible
Si fuese posible, descansar los pies alternativamente en un reposapiés
En la mesa de la oficina
Colocar el monitor a la altura de los ojos
Disponer de buena iluminación para no tener que forzar el cuello
Subir el asiento de modo que las rodillas queden en ángulo recto
La espalda debe estar bien apoyada en el respaldo
Usar un apoyo para las muñecas
En el sofá
Tener la espalda recta y la nuca apoyada en el respaldo
Colocar las piernas rectas
Apoyar la nuca en el reposacabezas
En el coche
Regular el asiento para tener las rodillas y brazos ligeramente flexionados
Apoyar completamente la espalda
Coger el volante con las dos manos
En la cama
Usar un colchón firme pero no excesivamente duro
Dormir, si es posible, de costado con las piernas algo dobladas (posición fetal) o con una pierna estirada y la otra encogida
La almohada debe mantener el cuello en línea recta con la columna
En Vitónica | Espalda