Los esguinces son algo que está a la orden del día en toda la persona que practica deporte a menudo, ya que las prisas y la incorrecta preparación hacen que los tobillos se resientan por falta de atención a los mismos. A la hora de sufrir un esguince en el tobillo nuestras piernas pierden parte de su movilidad, lo que nos afecta en gran medida a la hora de realizar deporte. Pero cuando esto sucede siempre nos surge una duda, y es si vendar o no el tobillo.
Un esguince en el pie puede ser algo más delicado de lo que parece a simple vista, y por ello es recomendable que antes de nada acudamos al médico o a un especialista para que nos lo revise y determine o deje descartada cualquier tipo de rotura de hueso. Una vez terminado esto nos surge la duda siempre presente de si debemos mantenerlo vendado o no para conseguir que se recupere lo antes posible y volvamos a tener el vigor y la fuerza de siempre.
Normalmente los primeros días después de haber sufrido un esguince debemos inmovilizar la zona para evitar que nos duela. Para ello aplicaremos un vendaje que nos ayudará a reducir la inflamación, esto lo debemos de complementar con la colocación de hielo sobre la zona dañada para disminuir el hinchazón. Mantener la pierna elevada y en reposo es fundamental para evitar, por un lado empeorar la lesión con el movimiento, y por el otro mejorar el drenaje de la parte afectada.
A pesar de todo, en cuanto comencemos a notar mejoría es recomendable que quitemos el vendaje y empecemos a mover el tobillo de manera suave, sin realizar grandes esfuerzos y sin sobrecargar mucho la zona. Es recomendable realizar ligeros giros con el pie sumergido en agua para así amortiguar cualquier movimiento brusco y hacer más suave el desarrollo del movimiento. A pesar de no tener vendaje es recomendable colocar uno ligero que nos limite un poco la movilidad hasta que el tobillo esté recuperado del todo.
Es necesario que para curar un esguince echemos mano de los vendajes, y es que será la mejor manera de acelerar la recuperación a través del descanso, y evitar arrastrar molestias a lo largo de meses. Eso sí, en ningún momento debemos dejar de mover la zona, para evitar un debilitamiento excesivo de los músculos, que tenemos que fortalecer al máximo una vez nos hayamos recuperado para así evitar futuras dolencias.
Vía | Sportlife Imagen | juana manuel
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