El método RICE (por las siglas en inglés de reposo, hielo, compresión y elevación) ha sido un clásico en las lesiones traumáticas no demasiado graves producidas en el deporte y otros ámbitos (esguinces, contusiones, etc.).
Sin embargo, este tipo de medidas que buscan eliminar el movimiento y carga de la zona lesionada y tomar medidas contra la inflamación pueden no ser las más adecuadas para este tipo de lesiones en deportistas. Veamos por qué.
Un método útil, pero no en todos los casos
A este RICE se le añadió la "P" de protección, estableciendo el método PRICE. La protección puede ser un vendaje, férula, vendaje funcional... Para reducir el riesgo de repetición de la lesión, o la aparición de nuevas lesiones en la zona. Sin embargo, estudios actuales cuestionan este tipo de métodos para lesiones como esguinces en los deportistas.
En cuanto al reposo, siempre se ha recalcado que se refiere a "reposo o inmovilización relativa". Es decir, reducir la actividad de la zona lesionada, pero eso no quiere decir no caminar con un esguince leve de tobillo, o quedarse en cama por una contusión en la rodilla sin más trascendencia.
A estas medidas de reposo se suele acompañar el uso de hielo, medicación analgésica y/o antiinflamatoria y vendaje de tipo compresivo, todo buscando reducir el dolor y también la inflamación de la zona.
Sin embargo, estudios actuales y un repaso a la evidencia hacen pensar que el método ya sea RICE o PRICE no puede abarcar todos los casos, pues la misma lesión en personas diferentes puede requerir diferentes abordajes; y tampoco ser considerado una verdad única y absoluta de tratamiento: más bien son unas pautas, unas directrices flexibles que habrá que valorar en cada caso, como digo, dependiendo de la lesión y del paciente.
Por ejemplo, no es apropiado considerar a la inflamación como el enemigo, pues se sabe que los procesos inflamatorios modulan e influyen en la regeneración de tejidos y reparación de la lesión.
Del mismo modo, en lesiones como digo, relativamente leves (sin fracturas, fisuras, roturas...) el ejercicio precoz (adaptado a la persona, indicado por fisioterapeutas) así como el apoyo y carga de peso, ayudan a mejorar el tiempo y la calidad de la recuperación.
Y para terminar, dejo enlaces a varias entradas y artículos que hablan sobre este debate en torno al método RICE y PRICE:
En el blog de Fisiomónica
En healthline.com (en inglés): Treating Sprains and Strains: Are You Doing It Wrong?
Reconsidering RICE as a Treatment Option for Athletes (en inglés)
Resumen en inglés: What Is the Evidence for Rest, Ice, Compression, and Elevation Therapy in the Treatment of Ankle Sprains in Adults?
Algunas conclusiones sobre métodos RICE o PRICE
En salud muchas veces no hay verdades absolutas, y en este caso, es una de ellas. La evidencia actual no indica que estos métodos sean inútiles, desfasados y deban desterrarse, sino que no son los únicos ni los mejores para tratar ciertas lesiones que tradicionalmente han sido tratadas de esta manera.
Siguen siendo métodos útiles y que se pueden seguir utilizando, adaptando a cada caso, a cada persona, a cada lesión, y teniendo en cuenta que no se debe tener miedo a la inflamación, ni a movilizar; es más, precisamente la línea actual va en el sentido de favorecer el ejercicio en fases tempranas para evitar consecuencias de la inmovilidad, consiguiendo así una mejor recuperación de la lesión.
Y vosotros ¿Qué experiencia tenéis con los métodos RICE o PRICE? ¿Qué pensáis de su aplicación?
Imagen | iStock
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