En invierno es importante calentar al máximo los músculos y tendones para evitar lesionarnos

Cuando hace frío nuestro cuerpo lo nota, y no solamente por la sensación térmica, sino por la situación física. Los músculos se tensan y se mantienen rígidos, algo que no es nada beneficioso a la hora de practicar deporte. Por este motivo es importante que tengamos en cuenta que es necesario calentar más concienzudamente en esta época del año.

Para las personas que realizamos diferentes actividades físicas al aire libre es necesario tener los músculos a punto siempre, y por ello es importante que los preparemos para el ejercicio que vamos a desarrollar después. Concretamente en los meses de invierno es necesario que hagamos más hincapié en esto, puesto que cuesta más que entremos en calor totalmente. Por eso en Vitónica queremos concienciar a todos de la necesidad de que estemos a punto para evitar lesiones y sustos de última hora.

En infinidad de ocasiones hemos destacado la importancia de mantener unas fibras musculares relajadas y libres de tensiones. Esta es la clave para que los músculos no sufran ningún tipo de contratiempo mientras estamos entrenando. Un músculo descansado y en plenas facultades será capaz de aguantar mucho mejor las diferentes rutinas que vamos a llevar a cabo. El frío es una forma de estresar al músculo y hacer que permanezca contraído y con menos capacidad de resistencia a la hora de entrenar, por lo que es necesario que seamos capaces de hacerlo entrar en calor para lograr devolverlo a su estado normal.

Pero no solamente los músculos se ven resentidos por el frío, sino que los tendones, parte importante de las articulaciones, sufren también este proceso de estrés a causa del frío, ya que también se vuelven más rígidos y el riesgo de lesión aumenta. Experimentan el mismo estado que si hubieran estado entrenando durante horas, por lo que es aconsejable que cuando el frío aprieta no solamente calentemos concienzudamente, sino que es importante estirar todas las articulaciones, y sobre todo aquellas que van a intervenir a la hora de llevar a cabo la rutina correspondiente para esa jornada.

El tiempo que vamos a dedicar a calentar va a ser mayor que el que solemos destinar a este fin normalmente, sobre todo si vamos a practicar un deporte al aire libre, puesto que el frío nos va a rodear durante todo el tiempo que éste dure. Por ello debemos destinar un tiempo a los calentamientos y estiramientos. Para comenzar realizaremos unos diez minutos de carrera a un ritmo suave para hacer que nuestro organismo entre en calor de una forma progresiva y rápida.

Después de esta actividad llevaremos a cabo estiramientos lentos e intensos para incidir al máximo en las diferentes partes que vamos a trabajar. Es necesario que se incida en estas partes concienzudamente para evitar que el frío sea el detonante de una lesión. Junto a los ejercicios de calentamiento habitual debemos llevar a cabo series de estiramientos en los que preparemos a los músculos y tendones mediante la eliminación de tensión en cada zona.

Pero no solamente debemos mantener el calor del cuerpo mediante los estiramientos y ejercicios de calentamiento, sino que la ropa debe ser la adecuada, sobre todo si practicamos deporte al aire libre. Es necesario que protejamos al máximo las articulaciones, ya que son las que más sufren con las bajas temperaturas. Es importante que tengamos esto en cuenta para conseguir en invierno llevara cabo una actividad totalmente normal y sin contratiempos.

Imagen | davdibiase

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