Las altas temperaturas son para algunos de nosotros un inconveniente a la hora de mantener una buen salud, y es que el calor puede afectarnos sobremanera y producir en nosotros lo que se conoce como golpe de calor. Se trata de un aumento brusco de la temperatura corporal, lo que hará que el funcionamiento de algunos órganos de nuestro cuerpo dejen de funcionar correctamente durante unos minutos. Por ello es importante que lo evitemos y sepamos como tratarlo en el caso de producirse.
El golpe de calor se produce cuando nuestro cuerpo está sometido a temperaturas elevadas, de ahí que el verano sea un momento en el que tienen lugar la mayoría de ellos. Mucha gente seguro pensará que simplemente se debe a una exposición prolongada al sol, y no es así, ya que la temperatura es elevada en cualquier lugar. Es cierto que estar largas horas al sol interviene, pero no es la única causa, sino que existen otras muchas más que debemos evitar para no pasar por un golpe de calor.
Causas
Es cierto que el calor influye de manera negativa a la hora de producirse en nosotros un golpe de calor. Sobre todo este hecho tiene lugar en zonas donde el calor es húmedo, como la costa o la playa, ya que la humedad ayuda a que la temperatura de nuestro cuerpo aumente sin darnos cuenta. La falta de hidratación es otra de las causas, y es que es necesario que dotemos al organismo de los líquidos necesarios para poder hacer frente a ese calor y seguir manteniendo una sudoración constante para controlar la temperatura corporal.
Realizar esfuerzos físicos en las horas de más calor es una de las causas del golpe de calor. En las horas de calor es mejor permanecer tranquilos y relajados si no queremos padecer un golpe de calor y poder hacernos daño sin darnos cuenta. Por ello es necesario que no realicemos deporte en las horas centrales del día, ya que la temperatura corporal aumentará y ni con la sudoración podremos regulas la temperatura interna del cuerpo.
Las olas de calor repentinas pueden ser otra de las causas del golpe de calor, ya que el organismo necesita un periodo para acostumbrarse a la temperatura. Si de un día a otro aumenta la temperatura del exterior lo que conseguiremos será correr un riesgo elevado de padecer un golpe de calor. Por ello en estos casos debemos recurrir a la hidratación y a permanecer en lugares frescos y alejados del calor para adaptarnos poco a poco.
Cómo actuar cuando se produce el golpe de calor
En el caso de padecer un golpe de calor debemos actuar de determinada manera para evitar que nuestro cuerpo sufra. En primer lugar recomendaremos que coloquemos a la persona afectada en un lugar fresco y alejado del sol para que la temperatura corporal descienda cuanto antes. Una buena solución es colocar a la persona tumbada boca arriba con las piernas elevadas para que la sangre circule de forma normal y comience a regular la temperatura corporal.
Para disminuir la temperatura de la persona afectada es necesario quitarle la ropa y aplicar agua fría o hielo en las axilas y las ingles para bajar unos grados su temperatura. Siempre debemos mantenerla en posición tumbada para evitar que se maree y el daño sea mayor. El uso del aire acondicionado o de ventiladores será de gran ayuda para seguir bajando la temperatura y evitar que esta situación empeore y vaya a más.
Es necesario que controlemos constantemente la temperatura del afectado, y si esta supera los cuarenta grados es aconsejable que le demos un baño de agua fría para bajar la temperatura a treinta y ocho grados para mejorar un poco el problema. No debemos sumergirle en agua si es menor de treinta y ocho, ya que corre el peligro de padecer una hipotermia con el cambio brusco de temperatura. A pesar de todo estas medidas son puramente una ayuda para evitar que la temperatura siga aumentando, ya que es muy importante que avisemos a un médico para que trate a la persona afectada, ya que el daño puede ser grande si no intervenimos de manera adecuada.
Imagen | Lυвαιв