Qué ocurre cuando tenemos la "muñeca abierta" y cuál es el tratamiento adecuado

Si, en alguna ocasión, habéis sentido mucho dolor en las muñecas de modo que tuvierais dificultades para hacer deporte, apoyar las manos en el suelo o incluso saludar, es posible que alguien os haya dicho que tenías "la muñeca abierta". Esta es una terminología común que, aunque describe bien la molestia que se siente, no acaba de explicar qué es lo que nos pasa exactamente.

Qué es la "muñeca abierta"

Las articulaciones de nuestro cuerpo funcionan de manera que se mantenga un equilibro que evite sufrimiento en los tejidos que la forman. Sin embargo, por diferentes causas - lesiones, golpes, etc. - ese equilibrio puede romperse. En el caso de la muñeca, esto podría provocar que los huesos de la muñeca se deslicen hacia delante provocando una tensión y haciendo que la cápsula que envuelve la articulación sufra pequeñas lesiones.

Cuando la las lesiones en dicha cápsula son más amplias puede causar que salga líquido sinovial por la rotura. Este líquido se fibrosa y cicatriza lo que provoca la debilitación de la zona. Esto puede provocar que el proceso de repita una y otra de vez de forma que se acaba formando un ganglión de muñeca - también conocido como quiste sinovial- que es lo que comúnmente se conoce como "muñeca abierta". Se suele presentar en forma de abultamiento en la zona dorsal de la mano y la muñeca.

En en caso de la "muñeca abierta" existen tres grados de gravedad: leve, intermedio y severo. En el caso más leve puede aparecer la tensión muscular, pero es posible que todavía no aparezca la ruptura de la cápsula. En el caso intermedio, ya existe la ruptura pero es parcial. En el caso más grave la ruptura es total y puede ser necesaria la cirugía.

Causas de la aparición de la "muñeca abierta"

La causa habitual de la aparición de la muñeca abierta es el aumento de la tensión en los músculos que se encuentran en la parte anterior del antebrazo - la parte del antebrazo que sigue a la palma de la mano -. Cuando la tensión en estos músculos es muy grande, provoca que tiren hacía abajo de los huesos de la muñeca y de lo mano. Esta tensión hace que la muñeca se queda en una posición inadecuada que acaba causando la rotura de la cápsula que envuelve a la articulación.

Esta tensión en el antebrazo puede deberse a diferentes causas entre las que encontramos las causas genéticas o los movimientos repetitivos que pueden deberse a motivos laborales o deportivos. En general, los movimientos repetitivos que impliquen flexionar la muñeca. Los golpes o caídas que provoquen malas posturas también pueden provocar la lesión.

Cuáles son los síntomas

Los síntomas pueden ser de moderados a fuertes, pero siempre debemos prestarle atención ya que se trata de una lesión que puede agravarse. Los tres principales síntomas de esta lesión son el dolor, la pérdida de fuerza y la inestabilidad en la articulación.

  • Dolor: se trata de un dolor que solemos sentir por toda la muñeca de manera difusa en vez de un lugar concreto. Es posible que en el día a día, al mover la muñeca de manera normal sintamos poco dolor, pero al hacer gestos concretos el dolor se agudice.

  • Pérdida de la fuerza: tanto la debilitación de la musculatura como el dolor de la lesión puede provocar que sintamos como perdemos fuerza en nuestra muñeca.

  • Inetabilidad: una de las sensaciones más habituales cuando padecemos esta lesión es la de que la muñeca se va a salir de su sitio o a desarmar. Esta sensación viene provocada por la inestabilidad provocada por la lesión.

En algunos casos, si el ganglión es grande se puede presentar cierta inflamación en la muñeca.

Tratamiento del ganglión de muñecas

Lo principal que debemos hacer cuando padecemos - o creemos que padecemos - esta lesión es acudir a nuestro médico o a un fisioterapeuta que pueda diagnosticarnos y establecer en qué grado de la lesión estamos.

El tratamiento, normalmente, dependerá del motivo por el que esté causada la lesión. En general, en lo que a la lesión se refiere, el tratamiento suele consistir en aplicación de hielo en la lesión, pausa de la actividad física, compresión y elevación en un primer momento. El vendaje, en una fase inicial puede ayudar a mantener dicha elevación de la muñeca.

Posteriormente, se pueden incluir tratamientos fisioterapéuticos como el drenaje, movilizaciones, electroterapia, estiramientos, fortalecimiento, ejercicios propioceptivos, etc. Estos tratamientos deben ser realizados siempre por un profesional.

Imágenes | Unsplash, Pixabay

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