Cuando vamos al gimnasio y nuestro interés es mejorar la resistencia tenemos una amplia gama de máquinas aeróbicas donde elegir. El problema es que solemos encontrar nuestra favorita y siempre hacemos la misma, que no es nada malo, pero de vez en cuando conviene alternar las máquinas aeróbicas.
Ten en cuenta que hacer aeróbico en máquina significa realizar durante varios minutos el mismo gesto. Esto es algo a lo que el cuerpo se acostumbra y los músculos acaban por asimilar, por lo que llegaremos a una fase de meseta donde avanzar será difícil.
La clave está en darle al cuerpo diferentes estímulos, cambiando de máquina aeróbica ya sea una cada día que entrenemos o varias en la misma sesión. Esto hace trabajar a diferentes músculos, de diferente manera e introduce variedad en el entrenamiento, justo la chispa que el cuerpo necesita para avanar.
Un ejemplo semanal puede ser el siguiente:
Lunes: cinta de correr
Martes: descanso
Miércoles: elíptica
Jueves: bicicleta estática
Viernes: descanso
Sábado: remo
Domingo: descanso
O durante la misma sesión podemos ir alternando, que no es lo mismo hacer 40 minutos de aeróbico en el mismo sitio con el mismo gesto que ir cambiando de lugar y de gesto, la rutina es más llevadera y motivante:
Cinta de correr: 10 minutos
Bicicleta: 8 minutos
Elíptica: 5 minutos
Remo: 8 minutos
Bici inclinada: 10 minutos
Ya lo decía Einstein: “si quieres obtener resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”
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