Mientras entrenamos nuestro cuerpo pierde muchos líquidos debido al aumento de la temperatura y el exceso de sudoración. Es importante que repongamos esta pérdida de líquido, y para ello durante los entrenamientos consumimos habitualmente líquidos.
Sí que es cierto que el agua es el principal hidratante del cuerpo humano, pero debemos saber como funciona el proceso de hidratación y la importancia que tiene en nuestro organismo un correcto uso de la misma. Para ello desde Vitónica vamos a explicar algunos puntos a tener en cuenta en lo que a hidratación se refiere, y es que es tan malo pasarse como no llegar a lo que necesita el organismo para funcionar bien.
La hidratación es la forma que el cuerpo tiene de regular la temperatura, por eso la ingesta de líquidos es importante para contribuir a esta regulación. Con el paso de los años el cuerpo pierde la capacidad de regular la temperatura, con lo que se pueden producir muchos desajustes y enfermedades producidas por estos desajustes. Para contrarrestarlos es importante que mantengamos unos buenos niveles de hidratación corporal.
Para lograr una hidratación óptima tenemos que empezar a beber líquidos desde que nos levantamos. Por la noche el cuerpo consume mucho líquido debido a que no ingerimos nada durante horas. Por esto es fundamental nutrirlo desde primera hora. El agua debe ser un compañero que no nos debe faltar, sobre todo si pasamos largas horas fuera de casa. Teniendo el agua al lado debemos beber a menudo, no solamente cuando sintamos sed. Aún después de haber saciado esta falta de agua, tenemos que seguir bebiendo más, en pequeñas cantidades y a menudo es lo ideal.
A la hora de practicar deporte la ingesta de agua aumenta, pues el cuerpo elimina parte de los líquidos a través de la transpiración. Es importante consumir agua constantemente para ayudar a mantener una buena temperatura, y unos músculos y articulaciones bien hidratados que sean capaces de hacer frente al entrenamiento y el esfuerzo que este les va a requerir. Podemos utilizar en vez de agua bebidas isotónicas que llevan sales minerales e hidratos de carbono, que nos ayudarán a reponer parte de estos nutrientes que hemos perdido por el sudor, pero no es totalmente necesario su uso, pues el agua es el mejor hidratante que existe y simplemente con él servirá.
Nunca debemos abusar de su ingesta, ya que todo en su justa medida es beneficioso, pero un exceso de agua puede desencadenar algunos desórdenes en el organismo. Esto es lo que se conoce como intoxicación por agua, y se produce en muchos deportistas. Consiste en que el nivel de agua en sangre aumenta disminuyendo de esta manera la concentración de sales minerales. Esto hace que los tejidos se vean desprovistos de los minerales necesarios para funcionar, lo que puede originar problemas cerebrales, cardiacos...
No debemos pasar por alto que no solamente los líquidos se obtienen del agua, sino que alimentos como las frutas, las verduras, los refrescos, el café, el té... contienen líquidos, por lo que estos también cuentan y los debemos sumar a los que ingerimos directamente. Es importante mantener una justa medida para tener una buena salud, pero no llegar a extremos en los que las consecuencias sean igual de malas que las derivadas de la deshidratación.
Imagen | SXC
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