Las frutas exóticas están tomando nuestra nevera, y cada vez son más las que utilizamos para completar las raciones de fruta que debemos consumir de forma diaria. Una de las que se está poniendo más de moda es el kumquat, una especie procedente del este de Asia que ya podemos encontrar en todos los supermercados. Popularmente se le conoce como naranja enana, ya que se trata de un cítrico, aunque su sabor dista mucho del de la propia naranja. A pesar de todo vamos a hacer un repaso a las propiedades que tiene.
El kumquat es una fruta de color naranja, pequeña, que parecen uvas, y con una cáscara fina y fácil de eliminar, pues la parte comestible es su interior. Al tratarse de un cítrico su sabor es ligeramente ácido, aunque contiene matices de dulzor. A pesar de todo es destacable por su alto contenido en vitamina C que lo convierte en un alimento muy útil para ayudarnos a reforzar el sistema inmunológico y conseguir unas defensas mucho más fuertes, además de constituir una de las principales maneras de proteger las células del ataque de los radicales libres.
Pero entre las cualidades de esta fruta no solo está esta alta concentración en antioxidantes, sino que además hay que hacerse eco de las cantidades que nos aporta de minerales como el magnesio, el potasio y en menor cantidad el calcio, que el organismo apenas absorbe. Además hay que destacar el aporte de ácido fólico que nos brinda, así como los carotenos que debido a su color naranja nos proporciona, y es que se trata de unos antioxidantes potentes que debemos tener presentes a la hora de decantarnos por uno u otro alimento.
Su alto contenido en fibra es destacable, ya que nos ayuda a mantener el organismo depurado y libre de toxinas que pueden causarnos malestar. Lo mismo sucede con el ácido cítrico que nos aporta, y que nos ayuda a disminuir los niveles de ácido úrico que tenemos, mejorando así la salud notoriamente. Junto a esto hay que tener en cuenta que su contenido en calorías es muy bajo, lo que hace de esta fruta un alimento ideal para las personas que quieren controlar su peso o para aquellas que quieren perder esos kilos que les sobran.
El kumquat se puede comer de diferentes maneras, aunque la más recomendable es cruda. Simplemente bastará con quitarle la piel y comerlo como si de un gajo de naranja se tratara. Pero a causa de su sabor y su tamaño, resulta una fruta ideal para utilizar como ingrediente en ensaladas y dotarlas de una dosis extra de vitaminas necesarias para el organismo.
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