El sodio es uno de los minerales más controvertidos en la actualidad, pues por un lado vemos lo mucho que puede dañarnos su exceso pero por otro debemos reconocer sus importantes funciones en el cuerpo humano. Por eso, y a modo de equilibrar lo mucho que hablamos acerca de los efectos negativos del consumo elevado de sodio, hoy te mostramos la cara positiva del sodio en el organismo.
Funciones del sodio en el organismo
El sodio es uno de los electrolitos más importantes de nuestro cuerpo, y se encuentra involucrado en funciones relevantes como son el balance y la distribución del agua, el equilibrio osmótico, el balance ácido-base y por supuesto, la estimulación nerviosa que permite la contracción muscular.
Así, el sodio es de gran relevancia en nuestro cuerpo, si éste estuviera ausente, nuestro organismo no podría conservar el agua suficiente para vivir y además, las células no podrían funcionar como lo hacen normalmente.
Necesidades en la dieta diaria y consumo actual
Su presencia en la dieta diaria resulta fundamental entonces, aunque no en las cantidades que se ingieren en la actualidad, ya que el comité de consumo dietético recomendado (RDA) ha establecido que en personas adultas sanas la ingesta mínima es de 500 mg de sodio al día, teniendo en cuenta una actividad física media y las pérdidas diarias del organismo.
En deportistas las necesidades pueden incrementarse un poco más dado las pérdidas de sodio por sudor ante el esfuerzo físico.
En la actualidad el consumo de sodio ronda los 3 gramos por día, cuando no debiera superar los 2,4 gramos. Como podemos ver, superamos ampliamente las necesidades diarias del organismo en lo que respecta a este mineral, por eso el hincapié que hacemos en los efectos negativos de su exceso y en moderar la ingesta de alimentos con sal añadida, por ejemplo: fiambres, embutidos, productos envasados, snacks, aderezos, entre otros.
Las consecuencias de su déficit
Aunque esto rara vez sucede dado el consumo de hoy en día, una deficiencia de sodio en el cuerpo puede ser acompañada de pérdida extrema de fluidos corporales y esto ocasiona bajo volumen sanguíneo y baja presión arterial, calambres musculares, debilidad, mala memoria y concentración, deshidratación y acidosis.
En definitiva, ni los excesos ni los déficit son buenos en el organismo, y con el sodio sucede lo mismo, por eso debemos reconocer tanto sus efectos positivos como sus daños si abusamos del mismo.
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Imagen | Snack, Xavi talleda y Matchstick