Muchas personas en la actualidad pretenden cuidar la ingesta diaria de sodio debido a la presencia de enfermedades asociadas al consumo excesivo del mineral. Y quizá por el gusto salado que caracteriza al sodio, muchos piensan que sólo los alimentos con este sabor poseen cantidades apreciables del mineral, no obstante, debemos tener cuidado porque los alimentos dulces también tienen sodio.
Dado que el sodio resalta el sabor y se utiliza ampliamente como conservante de los alimentos o como aditivo en la industria alimenticia, algunos alimentos dulces pueden contener apreciable cantidad de sodio. A continuación te mostramos algunos ejemplos:
Cereales de desayuno: poseen entre 600 y 800 mg de sodio por cada 100 gramos.
Galletas tipo Digestive y tipo cookie: posee entre 400 y 500 mg de sodio por cada 100 gramos.
Bollo tipo donut: poseen alrededor de 400 mg de sodio por cada 100 gramos, siendo este valor mayor en donut sabor chocolate.
Bizcocho: presentan aproximadamente 430 mg de sodio por cada 100 gramos.
Bollo de leche: poseen 600 mg de sodio por cada 100 gramos.
Croisant: contiene alrededor de 400 mg de sodio por cada 100 gramos.
Como podemos ver, fácilmente podemos alcanzar la mitad de la ingesta máxima recomendada de 2500 mg de sodio al día, si consumimos a diario y en cantidades apreciables este tipo de alimentos.
Si bien es aconsejable evitar el consumo de estos alimentos a diario y limitarlos a un consumo eventual, no debemos dejar a un lado los alimentos dulces si queremos controlar la ingesta de sodio, porque estos alimentos que no poseen sabor salado, también pueden incrementar notablemente la ingesta del mineral.
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