Todos los que asistimos al gimnasio conoces más o menos los diferentes ejercicios y la manera de ejecutarlos, y es que la forma de llevarlos a cabo es esencial si queremos lograr unos resultados correctos en el desarrollo muscular. Pero en muchos casos, a pesar de conocer a la perfección todos y cada uno de los movimientos que debemos llevar a cabo hacemos algunas cosas mal cuando estamos practicando ese ejercicio. En este post queremos destacar algunas cosas que hacemos mal y que frenan el desarrollo a la hora de ejecutar una rutina de entrenamiento.
En esta ocasión no nos vamos a detener en si un ejercicio se realiza de una determinada forma u otra, sino que simplemente vamos a ver algunas cosas que hacemos mal a la hora de ejecutar cada rutina. Es cierto que las máquinas nos marcan el recorrido a seguir, al igual que al realizar ejercicios con peso libre nosotros nos marcamos ese recorrido. A pesar de esto, a lo largo de este recorrido pueden pasar muchas cosas, y por ello queremos destacarlas y corregirlas.
La velocidad de ejecución
En primer lugar vamos a detenernos en la velocidad con al que realizamos cada ejercicio y cada repetición. La velocidad en el recorrido y en los movimientos es algo en lo que no solemos reparar, y es un punto muy importante a tener en cuenta. Es necesario que a la hora de llevar a cabo un ejercicio concentremos al máximo en las fibras trabajadas. Para lograrlo la correcta ejecución es fundamental, pero también el mantenimiento de esta tensión a lo largo de todo el ejercicio.
La tensión se mantiene también a través de la velocidad con la que estamos realizando el ejercicio, por ello es necesario que realicemos cada movimiento de manera lenta y controlada, para que sean los músculos los que aguanten esa tensión a lo largo de todo el recorrido. De nada servirá realizar rápidamente los movimientos, ya que sí que elevaremos la carga, pero gran parte de la tensión se perderá y los efectos no serán los mismos que si ejecutamos el ejercicio de manera más lenta y controlada.
La inercia
La inercia es otro punto a tener en cuenta a la hora de ejecutar un ejercicio. Tiene mucho que ver con la velocidad en el recorrido, y es que cuando ejecutamos un ejercicio de manera rápida y en el recorrido no tenemos en cuenta la velocidad de retorno, podemos caer en un fallo, la inercia. Esto lo que hará será aprovechar parte de la velocidad que traíamos del descenso de la repetición anterior para elevar de nuevo la carga. De este modo lo que hacemos es crear una falsa fuerza que no poseemos, y por lo tanto no trabajamos de la misma manera los músculos que nos interesan. Por ello es necesario que la velocidad la controlemos para evitar la inercia.
Ejecutar el recorrido completo
Realizar el recorrido completo de cada ejercicio es otro de los puntos a tener en cuenta, y es que a pesar de que las máquinas lo delimiten y nosotros nos lo sepamos, en muchos casos se nos olvida ejecutarlo entero. Es importante que el recorrido se culmine para que trabajemos todos los músculos que pretendemos con ese ejercicio concreto, ya que de lo contrario los dejaremos a medias y los resultados que conseguiremos no serán los que estamos buscando.
Es importante que si no podemos ejecutar el recorrido completo revisemos las variables que nos lo impiden. Por norma general suele ser la carga que es muy elevada, por lo que lo que haremos será reducirla. Aunque también es importante que coloquemos a nuestra altura las máquinas, ya que es necesario que las ajustemos bien para poder realizar el movimiento sin ningún problema ni complicación.
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