Una de las tendencias actuales del fitness es la de conseguir aumentar la intensidad de los ejercicios. Para lograr esto lo que hacemos es añadir a los ya conocidos de musculación un extra que aumente la intensidad de los mismo. El uso de pesos adicionales, gomas elásticas, movimientos más largos y profundos... son algunos de los recursos para intensificar mucho más esto. Una de las cosas que más hay que destacar es el uso de la bola de fitball, pero es necesario que tengamos algunas cosas en cuenta a la hora de usarla para entrenar de manera diferente.
Por norma general solemos usarla para realizar abdominales, ya que es uno de los ejercicios básicos en los que siempre hemos fomentado el uso de este aparato para conseguir mejores resultados. Pero no solamente la fitball sirve para esto, ya que podemos aplicarla a cualquier otra rutina de entrenamiento como soporte para realizar por ejemplo press de pectoral, bíceps, tríceps... Aunque su uso no es tan sencillo como pensamos.
Antes de nada debemos saber que el equilibrio es la base para poder trabajar en fitball. Para lograr un perfecto control es necesario que intervengamos con los estabilizadores del cuerpo, que son los músculos del core que nos ayudará a mantener el cuerpo recto y erguido. Por ello los abdominales deben estar presentes a lo largo de todos los ejercicios con fitball para así poder realizarlos sin problema alguno. Pero existen muchas personas que no tienen unos músculos abdominales fuertes, por lo que no guardarán correctamente el equilibrio. En estos casos, y para acostumbrarse a la fitball es recomendable utilizar un bosu, que tiene una base plana, pero la parte superior sobre la que nos apoyamos tiene la misma forma y textura que la fitball.
El peso es otra de las cosas que debemos tener en cuenta a la hora de trabajar con fitball, ya que la inestabilidad del soporte no nos permite utilizar cargas muy grandes, ya que si lo hacemos podemos caer en el error de realizar giros y posturas muy complejas en las que la incidencia sobre las diferentes partes del cuerpo puede pasarnos factura a través de una lesión. Por este motivo si lo que andamos buscando es un desarrollo muscular alto, el trabajo con fitball no es lo más recomendado, pues las cargas no son muy altas. Pero sí que es la mejor manera de conseguir un control total sobre el cuerpo.
Una cosa a tener en cuenta a la hora de entrenar en fitball es que es necesario que siempre nos coloquemos en la posición correcta para realizar el ejercicio. Para lograrlo debemos colocarnos frente a un espejo y controlar en todo momento los movimientos que realizamos, o servirnos de la ayuda de alguien que nos corrija y nos guíe a la hora de realizar los diferentes ejercicios.
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