Realizar un correcto entrenamiento de piernas es algo que debemos tener en cuenta a la hora de entrenar todas las partes del cuerpo, ya que como hemos comentado en infinidad de ocasiones, es necesario mantener un perfecto equilibrio entre todas las partes del cuerpo. Actualmente se ha puesto de moda el entrenamiento funcional en el que realizamos movimientos con el propio cuerpo. Desde luego que para trabajar las piernas existen también ejercicios. Uno de los más populares es el Box jump. Nosotros en este post queremos destacar sus posibles riesgos.
Se trata de un ejercicio que actúa directamente sobre todos los músculos que componen las piernas. Sobre todo su incidencia es muy elevada en los glúteos y en los cuádriceps, al igual que en los isquiotibiales. A pesar de todo, se trata de un ejercicio complicado y complejo para el organismo, ya que se basa en el impulso que damos con el cuerpo y la fuerza de las piernas para saltar sobre el step y vencer la altura. Aquí es donde radica el principal peligro de este ejercicio que vamos a analizar.
Un ejercicio de fuerza
La fuerza que desarrollamos cuando llevamos a cabo este ejercicio es elevada, aunque dependerá mucho de la altura que coloquemos el step, pues a más altura más impulso nos tendremos que dar y más nos constará realizar el ejercicio a la vez que más incidiremos sobre los músculos de las piernas. Pero también el riesgo es mayor. Sobre todo debido a que debemos adoptar posturas poco naturales de salto, que como no controlemos al cien por cien pueden pasarnos factura.
Cuidado con las rodillas
En primer lugar hay que tener muy presentes las rodillas y el impacto que este ejercicio va a tener sobre ellas. Para evitar hacernos daño a la hora se saltar sobre el step, es necesario darnos impulso de la manera adecuada, manteniendo la espalda recta, abalanzada hacia delante, cuidando que las rodillas no sobrepasen las puntas de los pies cuando las doblemos para darnos impulso hacia delante. También es necesario cuidar mover los brazos de arriaba hacia atrás a la vez que nos agachamos para coger impulso. Si lo hacemos correctamente haremos que trabajen los músculos de las piernas y no las rodillas.
Colocar bien los pies al terminar el recorrido
Además, al posar los pies en el step una vez realizado el salto debemos hacerlo de manera paralela y a la vez, es decir, intentar que los dos se posen al unísono, no primero uno y luego el otro. Esta será la forma de adoptar siempre una postura correcta que no nos obligue a adoptar posturas poco naturales. Además, a esto debemos sumarle el uso de calzado que amortigüe el golpe, pues el impacto al finalizar el salto suele ser alto, y puede acabar por hacernos daño en tobillos y rodillas.
Terminar el ejercicio mal, síntoma de usar demasiada altura
Un vicio que solemos realizar, sobre todo cuando el step está muy alto es terminar el ejercicio con las rodillas demasiado flexionadas, de modo que el trasero queda casi pegado al step. Esto denota que tenemos demasiada altura y que debemos quitar algo, pues el impacto en las rodillas en estos casos es elevado y podemos hacernos mucho daño si no cuidamos esto. Por ello no es recomendable subir demasiado hasta no tener el perfecto control sobre la técnica y el ejercicio.
Imagen | ThinkStock Video | Youtube/ ScottHermanFitness
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