Conseguir unos brazos fuertes es algo que muchos de nosotros buscamos a la hora de acudir al gimnasio. Para ello es necesario que entrenemos los bíceps y los tríceps. Sobre todo muchas personas recurren a rutinas complejas para conseguir mejores resultados. En la mayoría de salas de entrenamiento encontramos máquinas y bancos ergonómicos pensados para el trabajo de estas partes del cuerpo, pero a pesar de ello muchos son los que realizan los entrenamientos de estos músculos de píe o reclinados sobre un banco. Por ello queremos dar algunos consejos para evitar posturas forzadas que puedan pasarnos factura a la larga.
Es cierto que cuando entrenamos cualquiera de los dos grupos musculares lo que andamos buscando es el aislamiento total de cada uno de ellos, pero este hecho no tiene por qué conseguirse a costa del bienestar del resto del cuerpo. Normalmente al realizar los ejercicios de bíceps y tríceps sin un control corporal solemos cargar mucho determinadas partes como la espalda, concretamente la zona lumbar, o el hombro.
Un ejercicio en el que solemos caer en estos errores a la hora de trabajar el bíceps es entrenándolo en un banco inclinado. Para la realización de este ejercicio nos mantenemos de píe y apoyamos el antebrazo sobre el respaldo del banco. Para lograr esto lo que hacemos es inclinar la espalda, pues el tamaño del banco nos impide hacer este ejercicio manteniendo la espalda recta. Esta inclinación hace en muchos casos que adoptemos posturas arriesgadas en las que desviaremos parte de la tensión a la zona lumbar, ya que al mantenernos casi agachados estaremos forzando la espalda a la vez que trabajamos los brazos con peso. Por ello es mucho más recomendable realizar este ejercicio en un banco apropiado para ello, donde nos colocaremos sentados, con la espalda recta y el antebrazo apoyado por completo, pudiendo así aislar el bíceps y trabajarlo como queremos.
A la hora de trabajar los tríceps una postura compleja es el martillo de tríceps tras nuca, ya que muchos al realizarlo arquean demasiado la espalda y concentran gran parte de la tensión en la parte lumbar y en el hombro. Por ello, y para evitar esto es recomendable que nos apoyemos en un banco y no lo realicemos de píe, a fin de que la espalda tenga un apoyo y no tendamos a doblarla más de lo que deberíamos. Es importante que si notamos molestias en el hombro no realicemos este ejercicio, ya que al realizar un movimiento tras nuca corremos mayor riesgo de lesionarnos, pues el movimiento mantiene una postura forzada del hombro que al levantar peso se intensifica pudiendo hacer más daño.
Estos son dos ejemplos de fallos normales a la hora de trabajar los bíceps y los tríceps. Por ello es necesario que tengamos en cuenta los ejercicios que más nos convienen y en los que nos estamos arriesgando, ya que existen otras modalidades o alternativas para trabajar de la misma manera el músculo sin correr apenas riesgos.
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