Cuando pensamos en acelerar el metabolismo para consumir más calorías, siempre nos viene a la mente el ejercicio aeróbico para lograrlo. Es cierto que es una buena manera de lograrlo, pero en esta ocasión nos vamos a detener en cómo influye el entrenamiento de fuerza en nuestro metabolismo.
En infinidad de ocasiones hemos explicado los beneficios del ejercicio aeróbico en el metabolismo y en la aceleración del mismo. Pero son contadas las veces en las que pensamos que el entrenamiento de fuerza como vehículo para conseguir una mayor aceleración del metabolismo.
La actividad aeróbica ya sabemos que consigue que la circulación de la sangre se acelere y la respiración, debido a que los músculos demandan energía, y el proceso de consecución de la misma se produce en el organismo. Este proceso hace que la energía se obtenga de las reservas de grasa que tenemos almacenadas en el cuerpo.
Al realizar una actividad de alta intensidad en lo que a requerimiento aeróbico se refiere, el cuerpo necesita una energía rápida, y por eso utilizará primeramente las reservas de glucosa de las que disponemos. Esto nos dará una energía rápida y momentánea. Pero al acabarse es necesario echar mano de las reservas de grasa del cuerpo para producir energía.
Este fenómeno se produce cuando estamos realizando la actividad aeróbica, y es cierto que el metabolismo se mantiene activo unas horas después de hacer llevado a cabo la actividad aeróbica en cuestión.
Pero lo que ahora nos interesa, y en lo que nos queremos centrar, es en cómo afecta el entrenamiento de fuerza a nuestro metabolismo. El entrenamiento de fuerza se centra en el trabajo muscular puramente dicho, y en la respuesta explosiva de estos ante la carga.
Pero, en contra de lo que muchos piensan, el entrenamiento de fuerza con peso también influye positivamente en el metabolismo. A la larga es una buena manera de mantenerlo más activo y quemar más calorías sin apenas darnos cuenta de ello.
Para conocer bien cómo interviene el entrenamiento de fuerza en nuestro metabolismo, nos vamos a centrar en tres momentos, el efecto durante el ejercicio, después del ejercicio y a largo plazo con la ganancia de masa muscular.
Qué sucede en el metabolismo mientras entrenamos la fuerza
Mientras entrenamos la fuerza, lo que hacemos es vencer una resistencia mediante la acción muscular. La resistencia es la carga. La respuesta metabólica dependerá mucho del tipo de entrenamiento que realicemos, es decir, si metemos más carga o más intensidad el efecto conseguido puede variar.
Lo que sí sucederá es que al elevar la carga, nuestro metabolismo se activa, ya que consumiremos la energía rápida que proviene de la glucosa que tenemos almacenada. Esta glucosa nos da una energía instantánea que, es la necesaria para elevar la carga.
Esto hace que el metabolismo se active y demande energía por parte del cuerpo, ya que los músculos la necesitarán para poder realizar los ejercicios. Dependiendo de la intensidad y del tiempo de duración del ejercicio, consumiremos más o menos glucógeno. Si nos quedamos sin reservas el cuerpo echará mano de la grasa acumulada en el organismo para conseguir energía. Este proceso hace que el metabolismo se active de manera efectiva.
Qué sudece después de entrenar la fuerza
Después de practicar el entrenamiento de fuerza, el metabolismo experimenta un cambio, y es que sigue manteniéndose activo. Esto se produce por varios procesos que se desarrollan en el cuerpo.
Una vez terminado el ejercicio, se produce la resíntesis de fosfocreatina en el músculo. Se acelera el lactato y comienza la restauración de los almacenes de oxígeno en sangre y en músculo. La temperatura corporal ha aumentado, al igual que la frecuencia cardiaca y la respiración.
Todo lo descrito anteriormente, junto a que el organismo aumenta la producción de determinadas hormonas, hace que aumente el consumo de oxígeno. Este aumento del consumo de oxígeno hace que la quema de calorías se mantenga activa después del entrenamiento, incluso hasta unas horas después.
Qué sucederá en el metabolismo a largo plazo, cuando consigamos fibras mayores
En tercer lugar nos vamos a detener en los efectos que tendrá el entrenamiento de fuerza en nuestro metabolismo a largo plazo. Al entrenar la fuerza hacemos que los músculos crezcan y para ello aumentarán las fibras que los conforman. Este aumento hace que los músculos sean más grandes.
El metabolismo se alterará con esta ganancia en dos direcciones. Aumentará la tasa metabólica basal. Esto significa que nuestro organismo consumirá más energía en reposo, ya que al tener unas fibras musculares mayores, será necesario un mayor aporte de alimento, que se traduce en mayor consumo de energía.
Por otro lado, este aumento de la masa, aumentará también el consumo de oxígeno post-ejercicio. Este mayor consumo de oxígeno hará que el requerimiento energético por parte del cuerpo sea mayor. Por ello el metabolismo se activará mucho más y con ello la quema de calorías.
Vistos estos tres puntos, debemos tener en cuenta que con el entrenamiento de fuerza, conseguiremos a la larga un mayor consumo energético. Con el ejercicio aeróbico es más rápido, pero no tan persistente en el tiempo como lo es con el entrenamiento de fuerza.
Por ello es bueno plantearnos los beneficios que trabajar la fuerza nos traerá a largo plazo, haciendo que nuestro metabolismo se acelere y con ello consigamos muchos mejores resultados, a la vez que mantenernos los músculos perfectamente tonificados.
Imágenes | Pexels
En Vitónica | Por qué he ganado peso si estoy haciendo dieta y ejercicio físico: estas son las posibles causas
En Vitónica | Adelantar nuestros horarios de comida nos ayudaría a cuidar nuestro peso e impacta positivamente en el metabolismo
Ver todos los comentarios en https://www.vitonica.com
VER 0 Comentario