El estancamiento es uno de los principales retos a los que nos debemos enfrentar cada día a la hora de entrenar. Como hemos visto en infinidad de ocasiones, es muy recomendable la variación de rutinas y de ejercicios para conseguir sorprender constantemente a los músculos para así conseguir un mejor entrenamiento de los mismos. Por este motivo en esta ocasión nos vamos a detener en un punto a tener en cuenta y que tiene mucha importancia a la hora de evolucionar, se trata de algo tan sencillo como el agarre.
En infinidad de ocasiones hemos comentado los diferentes agarres que tenemos a nuestra disposición a la hora de entrenar una u otra parte del cuerpo. Para muchos esto carece de importancia y en la mayoría de los casos no se le presta atención al agarre. Realmente esto no debería ser así, ya que el agarre juega un papel importante, pues interviene en la manera en la que los músculos van a trabajar, y constituye una variación importante e interesante para seguir evolucionando.
El agarre y su importancia en el desarrollo de los ejercicios
Principalmente el agarre es la forma en la que tenemos de elevar una carga directamente mediante la acción de las manos. La colocación de las manos, por eso, determinará el desarrollo de cualquier actividad. Por ejemplo, colocarlas rectas y paralelas a la hora de realizar curl de bíceps, nos ayudará a trabajar los bíceps en su parte central, pero si inclinamos el agarre hacia la derecha, estaremos trabajando la parte interna del bíceps. LO contrario sucede si inclinamos el agarre hacia la izquierda, pues incidiremos más en la parte externa del bíceps.
Simplemente este ejemplo nos sirve de ilustración para tener presente la importancia del agarre y su incidencia en una parte o en otra de los músculos trabajados. Por ello probar con agarres abiertos, agarres cerrados, en zigzag… Al final la mecánica del ejercicio será la misma, pero el agarre variará y con ello el ángulo en el que vamos a trabajar los músculos. Aunque no lo percibamos, el ángulo de agarre juega un papel importante en los músculos que vamos a intervenir en un determinado ejercicio y en el trabajo que vamos a realizar con ellos.
Variar el agarre, la mejor manera de sorprender al músculo
Al variar el agarre lo que conseguiremos será incidir en otras partes de los músculos. Esto no quiere decir que trabajaremos de manera diferente los músculos, sino que al final el ejercicio es el mismo, es decir, trabajará el mismo grupo muscular, solo que de diferente manera. Como decíamos anteriormente el agarre determinará el ángulo de trabajo y con ello conseguiremos sorprender al músculo y evitar que se acomode a una rutina.
Este cambio de rutina tan sencillo es lo que nos ayudará a evitar el estancamiento sin realizar cambios sustanciales en los ejercicios que vamos a llevar a cabo. Cambiar el agarre y el ángulo y perspectiva de trabajo es un sencillo gesto que nos permitirá seguir evolucionando e ir ganando fuerza para dar un paso más y dificultar más los entrenamientos. Hay veces que hay que realizar un paso intermedio antes de realizar ejercicios más complicados, y este puede ser ese paso que nos ayudará a seguir evolucionando.
Imagen | ThinkStock
Ver todos los comentarios en https://www.vitonica.com
VER 0 Comentario