Dos ejercicios atípicos para conseguir unos bíceps de acero

Habitualmente en las rutinas de entrenamiento solemos realizar ejercicios que están prefijados y que siempre acaban siendo los mismos. Sobre todo nos sucede esto a la hora de entrenar los bíceps, y es que muy pocas veces variamos la rutina habitual aplicada a este grupo muscular. Por ese motivo vamos a destacar dos ejercicios que rompen la rutina habitual teniendo una mayor incidencia sobre el bíceps.

El motivo de variar la rutina de entrenamiento es sencillo, y es que lo que queremos conseguir con ello es hacer que los músculos no se acostumbren a un tipo de rutina específico que nos impida conseguir que crezcan más. Para lograrlo simplemente vamos a incluir algunas variaciones en los ejercicios habituales para que de esta manera incidamos de distinta forma en los músculos trabajados. Destacaremos dos ejercicios diferentes como son el trabajo de bíceps en banco horizontal de remo y de pie con polea invirtiendo la postura.

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Ambos ejercicios son simplemente una variante de los habituales para ejercitar el bíceps, pero cambiando simplemente el ángulo de trabajo y la forma de ejecutarlos conseguimos que los entrenamientos sean más variados y la intensidad sea mayor. Es importante alternar todo tipo de ejercicios a la hora de entrenar, y para ello os vamos a dar las directrices para lograrlo.

Uno de los ejercicios que podemos realizar para cambiar nuestras rutinas de entrenamientos es trabajar los bíceps en la máquina de remo horizontal. Con este ejercicio conseguiremos aislar más los músculos evitando la participación de otros grupos musculares. Para realizarlo simplemente debemos utilizar el banco horizontal de remo. Colocamos el peso que deseamos y con un agarre abierto en la polea asimos con ambas manos de modo que los codos queden pegados al tronco para aislar al máximo los bíceps y lograr que sean ellos los que trabajen.

Usando esta máquina vamos a colocarnos con la espalda pegada al asiento, de modo que nos quedemos en posición horizontal mirando al techo. Los pies los vamos a colocar en alto con las rodillas ligeramente flexionadas y apoyados en las barras que sirven de apoyo en la máquina. En esta posición estiraremos los brazos hacia delante asiendo en todo momento el agarre. Comenzando con los brazos estirados debemos elevar el peso de modo que flexionemos los codos y lleguemos a tocar el pecho con la barra, notando la tensión en el bíceps.

Otro modo de entrenar esta parte del cuerpo de forma diferente es de pie con polea, aunque variando un poco el movimiento normal, y es que lo realizaremos de forma invertida. Simplemente debemos colocarnos de pie, pero en vez de mirar a la polea le vamos a darle la espalda. Adelantamos la pierna contraria al brazo que vamos a trabajar y la pierna que se corresponde con éste la echamos hacia atrás. En esta postura dejamos el brazo caer hacia atrás y desde este punto elevamos el peso con el brazo hacia delante doblando el codo y contrayendo en todo momento el bíceps. Esta forma de trabajar nos permitirá un mayor recorrido aumentando así la intensidad del ejercicio.

Es importante que en ambos ejercicios tengamos en cuenta en todo momento la colocación de la espalda, ya que debe estar recta para evitar torsiones innecesarias que pueden acabar por generar una lesión. Para evitarlo al comenzar debemos utilizar cargas ligeras que iremos aumentando a medida que adquiramos destreza y fuerza con estos ejercicios.

Imagen | benny201

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