El entrenamiento del pectoral es algo que todos realizamos en mayor o en menor medida, ya que conseguir un pectoral fuerte es esencial si queremos lucir un buen torso. Uno de los ejercicios habituales a la hora de entrenar esta parte del cuerpo son las aperturas. Existen varias maneras de llevarlas a cabo, pero en este caso nos vamos a detener en las aperturas de pecho que se realizan con mancuernas, y es que se trata de un ejercicio controvertido debido a la cantidad de dudas que encierra y que queremos disipar.
Para realizar este ejercicio todos sabemos que es necesario que nos hagamos con dos mancuernas que son las que nos servirán de carga a la hora de efectuar las aperturas. Junto a las mancuernas el banco será esencial, pues es el lugar en el que nos apoyaremos a la hora de realizar el ejercicio. Las aperturas trabajarán la zona media del pectoral, por lo que es un ejercicio a tener presente en toda rutina de entrenamiento para así trabajar al completo todas las partes que componen este grupo muscular.
Una de las principales dudas que nos asalta cuando realizamos las aperturas es cómo agarrar las mancuernas. Por norma general lo que hacemos es asir las mancuernas de manera paralela, es decir, con las palmas de la mano hacia dentro de modo que comenzamos el ejercicio desde arriba juntando ambas mancuernas que se ven enfrentadas. Pero existe otra manera de agarrar la carga, y sería con la palma de la mano mirando al frente, de modo que las mancuernas en vez de quedar enfrentadas quede paralela la una a la otra. También podemos combinar ambas formas de agarre, simplemente a mitad del recorrido realizaremos un giro, con lo que el movimiento será así. Comenzamos con las mancuernas asidas de moso que la palma de la mano mire hacia afuera, a mitad del recorrido giramos para terminar con las palmas de las manos enfrentadas lo mismo que la mancuerna.
El ángulo de apertura es otra cosa que para muchos es un dilema a la hora de realizar las aperturas de pectoral, y es que muchas personas abren demasiado los brazos implicando otras partes como la articulación del hombro que puede verse afectada por la tensión, pues se traslada desde el pectoral a esa parte. Por ello es necesario que no nos pasemos con el ángulo. Para que sirva de ayuda podemos coger como referencia la altura del pectoral y hacer que los brazos no bajan más de ésta, y de este modo lograremos mantener la tensión concentrada en la zona trabajada y no implicar otras y correr el peligro de lesionarnos.
Como colocar los brazos es otra de las cuestiones que nos solemos hacer, y es que son muchos los que piensan que deben permanecer estirados del todo, cuando lo que realmente hay que hacer es mantenerlos un poco doblados por los codos, de modo que no realicen un gran esfuerzo y no se sobrecarguen haciéndonos daño. Es importante que tengamos en cuenta estos puntos a la hora de realizar este ejercicio para así obtener mejores resultados sin poner en riesgo nuestra salud.
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