En la búsqueda del cuerpo perfecto muchos son los que realizan infinidad de sacrificios y recurren a técnicas dudosas a la hora de conseguir un mayor desarrollo muscular. Este es el caso de muchas personas que para mejorar los resultados de sus entrenamientos echan mano de sustancias conocidas como esteroides, que actúan directamente en nuestro rendimiento muscular, mejorando considerablemente su aspecto. Estas sustancias, a pesar de ser casi milagrosas, tienen una serie de efectos secundarios que no debemos pasar por alto.
En primer lugar debemos tener presente que estas sustancias no son obligatorias, y que los resultados que conseguimos con su uso en poco tiempo los podemos casi igualar con constancia y dedicación, logrando un desarrollo muscular totalmente normal y saludable. Los esteroides pueden tomarse por vía oral o se pueden inyectar directamente en el cuerpo. A pesar de que en su gran mayoría están prohibidos, muchos son los que tienen acceso a ellos y consiguen que otras personas los utilicen. Antes de lanzarnos a esta aventura es necesario saber los riesgos que corre nuestro cuerpo.
En primer lugar debemos saber que los que tomamos por vía oral tienen más peligro y efectos que los inyectados. Uno de sus principales efectos es un desarrollo desmedido de la masa muscular. En la mayoría de los casos se traduce en signos como ginecomastia o aumento del diámetro de la cintura. Muchos esteroides tienden a retener líquidos en los tejidos en vez de aumentar el crecimiento de la masa muscular, por lo que se trata de un fenémeno irreal el aumento de volumen.
Las alteraciones hormonales son elevadas, por lo que en nuestro cuerpo se produce un cambio que puede tener una serie de consecuencias como aumento del mal carácter y de la irritabilidad. A nivel físico suele aumentar la concentración de sebo en algunas partes del cuerpo, que se traducirá en la aperción de granos sebáceos y de irritaciones en la piel. En muchos casos estos trastornos se traducen en una sensibilidad excesiva de la piel, que conlleva enrojecimiento de la misma y apariencia de piel de tambor o de cuero estirado.
Los efectos que tiene en el hígado este tipo de sustancias son algo a destacar, ya que son quizá los más importantes, pues son acumulativos y en la mayoría de los casos irreversibles. Todas las sustancias que contienen los esteroides se procesan a través de esta parte del cuerpo, por lo que la actividad a la que le sometemos es elevada, y por lo tanto puede hacer que este sobreesfuerzo tenga consecuencias como inflamación, diferentes enfermedades, llegando incluso a poder padecer hepatitis o cáncer de hígado.
La disminución del deseo sexual es otra de las consecuencias que suele tener el uso de esteroides, ya que al utilizar en la mayoría de las fórmulas testosterona, el cuerpo deja de producirla en niveles normales y el impulso que sentimos disminuye. En el caso de las mujeres estas dosis extra de testosterona lo que conseguirán será en muchos casos cortar la menstruación y afianzar los rasgos masculinos en detrimento de los femeninos.
Imagen | Chris Gin
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