La comprensible incredulidad en los usuarios respecto a productos innovadores (dado el alto número de estafas que se viven, de cada día más) hace que algunos productos como el electroestimulador no acaben de cuajar dentro de la población e incluso, si me apretáis, en los mismos gimnasios.
En muchas ocasiones este problema viene dado por el desconocimiento de los mismos por parte de los técnicos (o presuntos técnicos) de la sala sobre un producto que en realidad lleva ya aproximadamente 30 años entre nosotros.
Según Aprile - Perissinoti: "El entrenamiento ( deportivo y fisico) con EEM, cuando es coordinado de manera correcta con el resto de componentes del entrenamiento ( deportivo y fisico), representa un eficaz medio a disposición de los preparadores físicos.
Algunos entrenadores muestran una injustificada opinión negativa de la EEM, en la mayor parte de los casos, demuestran escasos conocimientos de la materia criticada y de la amplia literatura científica al respecto; normalmente no tienen ninguna experiencia directa o en otros casos, han utilizado la EEM según parámetros completamente erróneos..."
No son pocos los expertos que valoran muy positivamente la utilidad de estos productos a nivel de recuperación de tono muscular en pacientes en rehabilitación (postoperatorios por lesiones graves), trabajo de compensación en deportistas así como mejoras en la fuerza explosiva dado el mayor reclutamiento muscular que ofrece la Electro Estimulación sobre otros tipos de entrenamiento o incluso a nivel de mejora de la sensibilidad y propiocepción en el suelo pélvico.
El concepto de "efecto milagro" a nivel abdominal con el que se intenta vender un electroestimulador en las teletiendas ha sido muy perjudicial para este producto del que se ha hecho un uso incorrecto. No seas otro más en desaprovecharlo.