Seguro que todos conocemos a alguien que en alguna ocasión ha dejado de entrenar durante una temporada después de llevar años asistiendo al gimnasio. En otros momentos nosotros mismos nos hemos visto obligados a dejar el gimnasio a causa del trabajo, una enfermedad, deberes personales, una lesión... En estos periodos solemos perder mucha forma física, pero ¿qué sucede cuando regresamos de nuevo al gimnasio?
En más de una ocasión hemos escuchado que el músculo recuerda, que tiene memoria. Esta afirmación en parte es cierta, aunque no es exactamente de esta forma, sino que hay que motivarlo para que vuelva a recordar y recuperarse, y por ello vamos a ver qué es lo que sucede cuando después de mucho tiempo sin entrenar reanudamos el trabajo muscular.
Cuando entrenamos nuestro cuerpo en el gimnasio lo que hacemos es estimular a las fibras musculares para que crezcan y aumenten su volumen. Esta acción lo que hace es que creemos más cantidad de fibras, que es lo que nos da más fuerza y volumen. El proceso de conseguir músculo es algo progresivo y cuesta tiempo y constancia conseguirlo, algo que no es de la noche a la mañana, y que por lo tanto no se pierde de un día para otro como muchos se piensan.
Cuando dejamos de entrenar, nuestros músculos siguen manteniéndose de la misma manera que como los tenemos en ese momento, es decir, conservan el número de fibras, lo que pasa que con el paso del tiempo y el desuso acaban por atrofiarse. Poco a poco van perdiendo su tono habitual conservado a través de la estimulación que ejercemos sobre ellos con el ejercicio. Al dejar de entrenar ya no la reciben y por lo tanto el tono disminuye, pero las fibras siguen manteniéndose siempre y cuando conservemos una alimentación adecuada evitando que consumamos el músculo.
Por este motivo siempre se ha dicho que el músculo recuerda, y es que en parte es cierto, ya que al mantenerse las fibras que creamos con el esfuerzo de los años nos es más fácil volver a retomar los entrenamientos, ya que parte del trabajo lo tenemos hecho, es decir, no empezamos de cero a trabajar los músculos. Simplemente al volver a retomar los entrenamientos lo que debemos hacer es comenzar poco a poco a levantar peso y así volver a estimular a los músculos.
Las fibras comenzarán de nuevo a trabajar y en muy poco tiempo volveremos a tener el mismo tono muscular que antes de dejar los entrenamientos. Por este motivo no debemos desesperarnos cuando no nos queda más remedio que dejar aparcados los entrenamientos. Simplemente debemos saber que al retomarlos nos será más fácil recobrar el tono y seguir evolucionando físicamente.
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