Cuando hablamos del término memoria, nos referimos al proceso mediante el cual la información que poseemos es guardada y almacenada de modo que pueda ser recuperada en un momento dado. Pero ¿ocurre lo mismo en nuestro cuerpo más allá de la información que tenemos en nuestro cerebro?, ¿estamos dotados también de una memoria muscular?
Hoy hablamos sobre este tema y repasamos un trabajo de investigación que ha analizado cómo responde la memoria hipertrófica de nuestro cuerpo cuando los músculos llegan a un estado de atrofia por inactividad.
Qué ocurre cuando cesamos la actividad muscular
Un temor de lo más extendido en el mundo del fitness es el de cómo reaccionará nuestro cuerpo a un parón de entrenamiento, es decir, como se verá afectado el volumen muscular que hemos alcanzamos cuando cesamos la actividad física.
Obviamente, cuando un músculo está entrenando de manera frecuente y de pronto sufre una inmovilización, por el motivo que sea, va a sufrir cambios. Inevitablemente el ritmo de síntesis proteica comienza a disminuir y se va a producir una visible reducción del volumen del tejido muscular desde la primera semana de inactividad.
Cuando retomamos la actividad de entrenamiento los músculos comienzan a recobrar su estado original y la recuperación es visiblemente más corta que un período de entrenamiento ordinario, es decir, se recupera el tamaño de las fibras atrofiadas en un plazo de tiempo mucho menor que en el caso de una persona que comienza con el mismo volumen muscular pero que no ha realizado entrenamiento con anterioridad.
La ciencia de la memoria muscular
A través del trabajo de Kristian Gundersen se quiso analizar concretamente cómo respondía la memoria celular en el músculo esquelético a través del recuerdo hipertrófico, es decir, evaluar cómo una un fibra inicialmente grande pierde su masa por una inactividad y vuelve a recobrar su volumen inicial más rápido que en el caso de fibras que nunca han sido entrenadas.
¿Por qué a las personas que hace años eran musculosas les cuesta mucho menos volver a desarrollar músculo?
Según Gundersen, cuando los músculos están en continua actividad van creando una especie de memoria de su estado de forma, una información que almacenan en forma de núcleos (o mionúcleos) contenedores de DNA y que no desaparecen aunque se produzca la atrofia por inactividad. Estos núcleos extra son los que permiten que el músculo esquelético pueda volver a recobrar, de un modo mucho más rápido, su volumen de fibras anterior.
Antes del trabajo de Gundersen se creía que los núcleos extra portadores de memoria muscular, añadidos a las fibras musculares, eran destruidos cuando los músculos se atrofiaban, a través de un proceso de muerte celular denominado apoptosis; pero un entrenamiento de sobrecarga en roedores estudió el patrón y concluyó que no era así.
Cómo se analizó la creación de memoria muscular
Se experimentó con un entrenamiento de sobrecarga muscular en ratones donde se observó que a partir del sexto día de actividad el número de núcleos extra de cada célula de las fibras musculares aumentaba, llegando a un incremento del 54% pasados 21 días, es decir, se añadieron núcleos extra antes incluso de que las propias fibras crecieran de tamaño y ganasen en volumen (fenómeno que comenzó a ser visible en torno al noveno día de experimento).
Tras este hallazgo, que confirmó la creciente aparición de núcleos en las fibras, los investigadores cesaron la actividad de fuerza para comprobar cómo respondía la memoria hipertrófica de los roedores.
A medida que el músculo se atrofiaba por la inactividad, el tamaño de las fibras disminuyó en un 40% pero para sorpresa de todos: el número de núcleos creados no cambió. No se produjo apoptosis ni murieron células de las fibras musculares.
"Ignoro si dura para siempre, pero parece ser un efecto muy duradero. Toda vez que los núcleos extra no mueren, pueden prepararse para crear proteínas musculares de nuevo, proporcionando una especie de memoria muscular"- Gundersen
Conclusiones
Un trabajó cuyos resultados han contradicho investigaciones y afirmaciones anteriores con respecto a la memoria muscular y la desaparición de los núcleos extra pero que, sin duda, puede ser la clave para comprender por qué los músculos responden rápidamente al ser ejercitados de nuevo.
“Contradice a una gran cantidad de estudios publicados. La sabiduría popular carece de sentido desde la perspectiva celular y molecular. El grupo de Gundersen ha obtenido una explicación que parece más que plausible"- Lawrence Schwartz, biólogo celular de la Universidad de Massachusetts.
Imágenes | iStockPhotos
Fuentes consultadas:
1.- The Company of Biologists Ltd, Journal of Experimental Biology | Muscle memory and a new cellular model for muscle atrophy and
hypertrophy | Kristian Gundersen | 2016
En Vitónica | Consejos imprescindibles para ganar músculo
En Vitónica | Qué es más importante a la hora de perder grasa, ¿quemar calorías o conservar músculo?
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