Cada vez somos más los que intentamos cuidar nuestro cuerpo y por ello solemos acudir al gimnasio. Esta actividad es algo que nos beneficiará, pues lograremos mantener una buena salud, aunque en muchos casos acaba convirtiéndose en obsesión y una carrera por conseguir un cuerpo que no se corresponde con el nuestro ni con nada que se ajuste a la realidad. Esta obsesión en muchos casos viene dada por una falsa percepción de la realidad y la influencia de muchos medios de comunicación.
Constantemente estamos bombardeados por imágenes de modelos perfectos que poseen un cuerpo envidiable que se erige como referente para todos los que trabajamos por mejorar nuestro físico a través del ejercicio. Esto es lo que ha hace que muchos de nosotros termine por obsesionarse en conseguir algo que realmente es imposible y haga todo lo posible por lograrlo.
Todo a nuestro alrededor es imagen, vivimos rodeados por un mundo de apariencias, y desgraciadamente en muchos casos se prejuzga solamente por la apariencia física. Esto es lo que hace que muchos de nosotros viva para conseguir el físico que anhela o que cree que es el adecuado para triunfar. Este hecho hace que muchas personas supediten su vida a esto, y por ello todo su mundo gira entorno a conseguir el cuerpo que ansían cueste lo que cueste y arriesgando cualquier aspecto de su vida.
Este tipo de patologías suceden tanto en hombres como en mujeres y son diversos los nombres que se les han dado, anorexia, bulimia, vigorexia, tanorexia… Se trata de la obsesión enfermiza por lograr algo cueste lo que cueste. Este objetivo se convierte en lo principal de nuestra vida y hacemos lo que sea por lograrlo. Por este motivo es importante que sepamos que la imagen que se ofrece del cuerpo humano en la mayoría de medios de comunicación es errónea e idealizada.
Muchas son las técnicas que la fotografía y la publicidad tienen para manejar una imagen a su antojo, hasta tal punto que lo que se nos muestra son iconos irreales que nos han llevado a crear una imagen distorsionada, algo que realmente no existe y en lo que nos queremos ver reflejados. Un ejemplo claro son la infinidad de imágenes de hombres fuertes y bien proporcionados que nos presentan y que hace que muchos de los que asistimos al gimnasio recurramos a verdaderas barbaridades para lograr un cuerpo similar, como la hormonación, el exceso de suplementos alimenticios, las dietas espartanas…
Es necesario que sepamos que el cuerpo humano tiene unos límites. Es importante la práctica deportiva y el cuidado de la dieta para lograr mejorar nuestro aspecto y salud, pero no debemos obsesionarnos, ya que no todos somos iguales y la morfología de cada persona varía. Como todo en la vida el cuerpo tiene un límite, y por ello es importante que lo conozcamos para evitar realizar burradas que pueden acabar por costarnos la salud, pues nunca nos debemos afianzar en un anuncio o una imagen para tener como referente, sino que debe ser nuestro propio cuerpo el referente y su evolución y adaptación.
Imagen | Culturismo.org
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