Unas piernas tonificadas es algo que la mayoría de nosotros quiere conseguir a toda costa, ya que en contra de lo que muchos piensan, es importante entrenarlas correctamente para lucirlas bonitas y bien formadas. Normalmente los que entrenamos piernas solemos incidir más en los músculos grandes y dejamos de lado otros más pequeños que no solemos tener en cuenta. Este es el caso de los abductores que normalmente se quedan fuera de los entrenamientos.
Los abductores son los músculos que se encuentran en la cara interna del muslo y en la mayoría de los casos los dejamos de lado al no verse tanto como el resto y pensar que no es necesaria su tonificación. Es importante trabajarlos para conseguir una mayor fuerza en las piernas y mantener un equilibrio entre todas las partes que las conforman.
Con el paso del tiempo a todos nosotros se nos acaban por descolgar los músculos si no los estimulamos para mantenerse en plena forma. Por este motivo es fundamental realizar entrenamientos completos de todas las partes del cuerpo, y en especial de las piernas, que es una de las partes que se ve más afectada por la pérdida de masa con el paso de los años. Dentro de este conjunto debemos dar especial importancia a los abductores, ya que además son una parte en la que se apoyan muchos músculos de las piernas a la hora de llevar a cabo una rutina de entrenamiento, es por esto que se consideran unos músculos que dotan de energía y fuerza a nuestro tren inferior.
En la mayoría de los casos se pasa de largo este grupo muscular porque se cree que se entrenan con el resto de ejercicios para la pierna, cuando no es así, ya que existen rutinas específicas para tonificar esta parte del cuerpo. Nosotros vamos a destacar dos ejercicios que no podemos pasar por alto y que nos ayudarán a conseguir unos abductores fuertes y bien definidos.
Por un lado tenemos las llamadas bailarinas. Se trata de un ejercicio con peso libre que consiste en imitar el paso que realizan las bailarinas. Nos colocamos de pie mirando al frente y sujetando una mancuerna con ambas manos. El peso debe quedar en el centro de nuestro cuerpo mientras nuestros brazos simplemente lo sujetan y permanecen relajados. En esta posición colocamos las piernas de modo que las puntas de los pies queden apuntando a cada lateral y los talones de ambos pies estén pegados. En esta postura bajaremos hacia abajo y levantaremos hacia arriba sin mover los pies, simplemente doblando las rodillas hacia afuera. Todo el trabajo debe concentrarse en la zona de los abductores.
Otro ejercicio que podemos llevar a cabo es más sencillo ya que se realiza en la máquina que encontramos en la mayoría de los gimnasios y centros deportivos. Esta máquina consiste en colocarnos sentados y poner las piernas sobre dos apliques que harán las veces de resistencia. Comenzaremos el ejercicio con las piernas abiertas y debemos juntarlas a través de la fuerza que ejercen los abductores. Es importante que aguantemos un poco la tensión en el centro para incidir aún más sobre el músculo.
Es fundamental que reparemos en este grupo muscular para conseguir unas piernas homogéneas y fuertes. Desde luego que su práctica nos reportará una serie de beneficios que poco a poco iremos notando a la hora de entrenar las piernas.
Imagen | coolza
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