Desde hace mucho tiempo atrás, se escucha en los gimnasios que las personas hipertensas no deben levantar pesas, sino pasar directamente al salón de aeróbicos. Sin embargo, las investigaciones al respecto no son tan rotundas al respecto.
Si bien en las personas hipertensas se debe favorecer la circulación sanguínea y evitar las elevaciones bruscas de presión arterial, no podemos decir que los ejercicios anaeróbicos están contraindicados en éstos casos.
Es decir, realizar un esfuerzo con sobrecarga alta, de elevada intensidad y con escaso movimiento, provocará una elevación brusca de la presión arterial por la propia congestión de sangre que se produce en una zona determinada. En cambio, si lo que hacemos es usar las pesas para realizar varias repeticiones, con un peso adecuado y no elevado, nada de ésto ocurrirá.
Por otro lado, cualquier esfuerzo físico incrementa la presión arterial, pero el efecto que éstos tienen sobre la circulación sanguínea y el organismo en general, repercuten positivamente sobre éste parámetro.
Entonces, los ejercicios aeróbicos de intensidad leve a moderada son muy aconsejables para controlar los niveles de presión arterial, pero siempre es importante trabajar nuestros músculos para no perder funcionalidad y masa magra, por eso, usar las pesas no está contraindicado en hipertensos, sólo que el peso a usar debe ser escaso y el número de repeticiones elevado.
Además, no se debe realizar actividad sin antes efectuar un correcto calentamiento y por supuesto, siempre se debe volver a la calma paulatinamente para evitar cambios bruscos que perjudiquen al corazón.
Sólo teniendo éstas precauciones, cualquier persona puede usar las pesas para entrenar y verá excelentes resultados sobre su salud al conservar su masa muscular, su funcionalidad y su peso corporal.
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