En infinidad de ocasiones hemos comentado los beneficios de entrenar con poleas las diferentes partes del cuerpo. Las poleas nos ofrecen una gran inestabilidad que debemos contrarrestar haciendo mucha más fuerza con nuestro cuerpo. Esto es uno de los principales atractivos de este tipo de entrenamiento. Por ello, una de las nuevas maneras de entrenar mediante el uso de las poleas es el TRX. Nosotros en este post no nos vamos a detener en esta modalidad ni en ninguna, simplemente queremos ver los beneficios y las posibilidades que tiene entrenar con poleas.
Esta técnica es demasiado novedosa, por lo que el desconocimiento es elevado, además de que el entrenamiento con poleas no está demasiado extendido. Este desconocimiento de esta técnica de entrenamiento hace que muchas personas desconfíen del entrenamiento con poleas a pesar de ofrecernos una serie de beneficios que no podemos pasar por alto en ningún momento. En esta ocasión vamos a detenernos en los más relevantes, aunque hay muchos más.
Es cierto que el entrenamiento con poleas nos permitirá permanecer durante todo el ejercicio agarrados a un punto a la hora de hacer los ejercicio. Tener un punto de apoyo en muchos casos será beneficioso a la hora de mantener el equilibrio y realizar bien el movimiento de recorrido, evitando así involucrar a otros grupos musculares en ese ejercicio e incidiendo en la parte que queremos trabajar. Pero este punto de apoyo no quiere decir que los ejercicios sean más fáciles, sino que la polea nos ofrecerá otra serie de cosas.
Un sin fin de beneficios
En primer lugar vamos a ver que a pesar de estar apoyados al entrenar con polea, no significa que nos sea más sencilla la realización de los diferentes ejercicios, sino todo lo contrario. Al apoyarnos en las poleas confiamos la estabilidad a un cuerpo inestable como es la polea, por lo que la estabilidad la debemos tener con el resto de nuestro cuerpo. Esto hace que debamos mantener nuestro cuerpo rígido mediante la contracción muscular, haciendo que otras partes del cuerpo trabajen mientras estamos entrenando una determinada zona.
Pero no todo son desventajas en cuanto al punto de apoyo que supone el entrenamiento con poleas. Esta modalidad de entrenamiento nos facilitará también el uso de diversos aparatos como la fitball, el step, la soga… Esto lo podemos hacer ya que al tener un punto de apoyo podemos adoptar posturas un poco más arriesgadas de lo normal, pues normalmente debemos mantener nuestro propio equilibrio sin punto de apoyo. En este caso al estar agarrados a las poleas podremos hacer variaciones sin correr el riesgo de desviarnos del camino a seguir para ejecutar correctamente el ejercicio.
Otro punto a tener en cuenta a la hora de entrenar con poleas es la movilidad que éstas nos permiten, ya que los movimientos se ajustan a nuestra manera de ejecutarlos, pues el recorrido no está prefijado, sino que somos nosotros los que lo delimitamos. Además, las poleas nos permiten regular su altura para incidir más en un movimiento y aumentar tensión al ejercicio que estamos llevando a cabo, ya que al aumentar el recorrido del mismo, la intensidad y los resultados son mayores.
Estos son algunos puntos por los que nos conviene realizar este tipo de entrenamiento y alternarlo con el más convencional, ya que en este utilizaremos nuestro propio cuerpo, pues debemos vencer su carga para la realización de todos y cada uno de los ejercicios que componen la rutina de entrenamiento.
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