Press de hombro con polea, una vuelta de tuerca a un ejercicio clásico

Para muchos los hombros son una de las partes que más cuesta conseguir desarrollar a la hora de entrenar en el gimnasio. Es cierto que como en todos y cada uno de los grupos musculares que conforman nuestro cuerpo, los hombros dependen mucho de la genética de cada uno, aunque la manera como los entrenemos tiene mucho que ver. Por este motivo en esta ocasión os queremos presentar una forma diferente de trabajar los hombros. Se trata de los tradicionales press de hombro, solo que realizados con polea.

Este ejercicio es uno de los clásicos a la hora de entrenar el hombro, lo que pasa que en esta ocasión le vamos a introducir una variación, que es la polea para mejorar y dar más intensidad a cada uno de los movimientos, de modo que consigamos mejores resultados. Este ejercicio se puede realizar tanto sentado como de pie, y simplemente necesitaremos nuestro cuerpo y una máquina de poleas en banco donde podamos ejecutar el ejercicio.

Movimiento a realizar

Antes de nada es fundamental que controlemos a la perfección el movimiento que vamos a llevar a cabo a la hora de realizar el movimiento. Al tratarse de la misma rutina que seguimos siempre a la hora de ejecutar el press de hombro es necesario que tengamos este ejercicio en cuenta. Para ello podemos colocarnos o de pie o sentados y simplemente debemos realizar un sencillo movimiento que comenzará a la altura de los hombros con cada braz a cada lado asiendo el peso en las manos, y con las palmas de las mismas mirando hacia delante. El peso debe estar a la altura de los hombros en cada lado.

En esta postura lo que haremos será elevar la carga hacia arriba sin romper la línea del hombro, es decir, lo elevaremos siguiendo la línea del hombro y llegando hasta el final, es decir, todo lo que nos permita elevar nuestro brazo, concentrando la intensidad en el deltoides que es el músculo principal que vamos a tocar. Es necesario que elevemos los dos brazos a la vez y que el recorrido que sigamos parta de la altura de los hombros para acabar con ambas manos por encima de la cabeza. Es importante tener en cuenta que el recorrido debe perfilar una especie de triángulo, donde el punto por encima de la cabeza donde se encuentran ambas manos es la punta del mismo.

El movimiento con poleas

Es importante que a lo largo de todo el recorrido la espalda se mantenga recta, la vista al frente y los brazos realicen el recorrido adecuado, que es el que incidirá directamente sobre la parte trabajada. Este mismo recorrido será el que realicemos con las poleas, solo que nos colocaremos en un banco con poleas, que harán que movamos la carga de manera indirecta a través de la polea. El agarre es el mismo y el recorrido igual, solo que la intensidad y dificultad del mismo varía.

La variación se debe básicamente a la estabilidad del movimiento, ya que la polea nos obliga a concentrarnos mucho más en el recorrido, además de mantener durante todo lo que dura éste los músculos más contraídos. Es por esto que la realización de este ejercicio con poleas está indicada para personas que controlen a la perfección el recorrido sin las poleas, y tengan un mínimo de fuerza en la zona de los hombros, ya que de este modo lo realizarán correctamente.

Este ejercicio lo podemos hacer en un banco de poleas, aunque no es estrictamente obligatorio, pues se puede realizar también con gomas elásticas pasándolas por debajo del banco y agarrando de un extremo, o de pie colocándola en un lateral de nuestro cuerpo y pisándola con el pie. De este modo podremos ejecutar este ejercicio en cualquier lugar, trabajando así nuestros brazos de una manera sencilla y completa.

Video | Youtube/ entrenadoronline

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