Las series compuestas son una de las tantas técnicas para entrenar la fuerza que, al mismo tiempo, desarrolla la resistencia. Consisten en realizar una serie de 2 ejercicios diferentes para un mismo grupo muscular, sin descanso entre ambos.
Se trata, dicho de otra forma, de una superserie para el mismo grupo muscular, pudiendo realizar entre 12 y 15 repeticiones y 4 o 5 series con un descanso mínimo entre ambas. Ésta técnica permite desarrollar la fuerza porque verdaderamente significa un estímulo para los músculos, pero no es apto para todo público.
Las series compuestas producen un gran estímulo porque verdaderamente requieren de un esfuerzo intenso de los músculos, favorecen la congestión muscular, pero pueden ser verdaderamente agotadoras. Por eso, no cualquiera puede realizarlas.
Es importante tener cierto nivel de entrenamiento previo para aplicar las series compuestas y tener una buena técnica de ejecución para evitar lesiones cuando el músculo ya se encuentra fatigado.
Además, debemos tener en cuenta que con las series compuestas tenemos un elevado riesgo de alcanzar el fallo muscular, de lo cual cuesta mucho recuperarse, por lo tanto, deben realizarse con cuidado y solamente si se tiene una experiencia previa.
Para incrementar la resistencia y para una buena estimulación muscular, sobre todo si nuestros músculos están solicitando algo que los desafíe más aún, esta técnica de entrenamiento puede ser de gran ayuda, sin olvidar, que no es apta para todo público.
Un ejemplo de serie compuesta sería combinar 2 ejercicios a realizar consecutivamente y sin descanso para femorales, como curl de femorales en camilla y peso muerto con piernas rígidas.
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