La natación es un deporte que tiene cada día más adeptos. Son muchos los deportistas que cada mañana se dirigen a la piscina para realizar un poco de ejercicio antes de comenzar su jornada laboral. Por norma general no son deportistas profesionales, sino adictos al agua que perciben los grandes beneficios que esta actividad les ofrece con su práctica diaria.
Muchos de nuestros lectores practican natación varias veces por semana y nos han consultado cómo podrían mejorar su rendimiento en el agua porque por más que entrenan no mejoran.
Hoy te ofrecemos los cinco aspectos más importantes a tener en cuenta para mejorar la técnica y la resistencia, y así disfrutar más de tu entrenamiento diario.
1. Evitar el reflejo de valsalva a toda costa: Este reflejo innato se acentúa con la edad hasta los 10-15 años y consiste en un reflejo que cierra las vías aéreas superiores (a nivel de la epiglotis) al intentar realizar un esfuerzo. Tiene como resultado un drástico aumento de la presión dentro de la cavidad torácica, principalmente en las partes blandas (pulmones y corazón). Ésto reduce el flujo sanguíneo dentro de la cavidad torácica, especialmente en las venas cercanas al atrio derecho del corazón y las vasos sanguíneos del los pulmones, disminuyendo la capacidad para realizar correctamente el intercambio gaseoso y, en consecuencia, pronto se llega a un estado de agotamiento debido a la falta de oxígeno (hipoxia).
Si cada vez que realizamos una brazada evitamos este reflejo que pretende ejercer más fuerza y nos concentramos en relajarnos, aumentaremos la resistencia drásticamente.
2. Incrementar el deslizamiento entre brazadas: Es algo bastante lógico. Al aumentar el tiempo de deslizamiento entre cada brazada, disminuimos el tiempo durante el que estamos aplicando fuerza. Con ellos disminuimos el gasto energético necesario para mantener el ritmo de la actividad.
3. Cambiar de estilo cada 2-4 largos: Si aun no tenemos un estado de forma adecuado para nadar durante una hora seguida o cualquiera que sea nuestro objetivo a corto plazo. Cambiar de estilo de nado cada dos, tres o cuatro largos nos ayudará a aumentar la resistencia. ¿Por qué? Muy sencillo. Cada estilo de nado incide en una musculatura diferente especialmente y, lo que es más importante, nos permite cambiar la sincronización de la respiración.
4. Entrenamiento por series: El entrenamiento por series constituye el método más apropiado para mejorar la resistencia en la piscina. Series de 200 a 400 metros, variando el estilo y con tiempos constantes de descanso entre 2 y 5 minutos, provocarán una carga adecuada para mejorar la resistencia y nos permitirán realizar un descanso efectivo. Debemos tener en cuenta que el ritmo debe ser relajado ya que lo importante es la distancia recorrida y no la velocidad a la que lo hagamos.
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