Actualmente, y cada vez con más fuerza, aparecen constantes variantes de cada disciplina deportiva. Un ejemplo de esto es el hidropilates que conjuga los ejercicios propios del pilates con los beneficios de su práctica en un medio acuático.
Esta nueva modalidad empezó a llevarse a cabo en el año 2.000 en EEUU y actualmente ya se practica en muchos centros deportivos. Es una actividad en la que se incluyen movimientos de fortalecimiento y elasticidad encaminados a mejorar y aumentar la fuerza muscular. Además con esta disciplina ejercitamos el sistema cardiovascular, corregimos la postura y aliviamos el estrés entre otros beneficios.
La práctica de esta disciplina es muy cómoda, ya que al llevarse a cabo en un medio acuático los ejercicios se suavizan y nos es más fácil mantener el equilibrio. Por este motivo es ideal para personas que no pueden realizar pilates en suelo. Ya que encontrarán más seguridad en la piscina. Es por esto que se considera una actividad adecuada para personas mayores o aquellas que tienen algún problema físico que practicando hidropilates conseguirán fortalecer sus músculos sobremanera ayudados por el agua y la seguridad que este medio les otorga.
Pero ante todo hidropilates es una actividad para todo el mundo por ofrecernos beneficios como el aumento de la flexibilidad y el tono muscular, nos ayuda a relajarnos y aliviar tensiones, mejoramos la respiración, nos ayuda a corregir la postura al igual que conseguimos una mayor coordinación y equilibrio de nuestro cuerpo. Con la práctica de hidropilates disminuiremos el dolor y los espasmos musculares debido a la flotación en el agua. No hay que olvidar que nuestra fuerza general aumentará al igual que la movilidad y la amplitud de nuestras articulaciones.
También es una buena actividad para estimular nuestro sistema circulatorio y la oxigenación de la sangre. Es una buena disciplina para conseguir un bienestar psicológico y un aumento de la concentración. El alto trabajo de abdominales nos ayudará a fortalecer esta zona y aprender a tener un mayor dominio de todas las partes de nuestro cuerpo. En hidropilates se trabaja con una resistencia 12 o 15 veces superior a la del aire, pues hay que luchar contra el agua. Es por esto por lo que conseguimos mayor fuerza y mejor control de nuestro cuerpo y equilibrio.
Hidropilates incorpora muchos de los ejercicios del pilates convencional, lo único que se han adaptado al medio acuático, y en algunos se ha introducido un material de flotación o sostén. En la tierra el trabajo consiste en levantar algo contra la gravedad, mientras que en el agua aumenta la intensidad de los movimientos pues tenemos que vencer la resistencia de este medio. La ejecución de los ejercicios es más pausada y lenta en el agua, pues cada vez que se realiza un movimiento debemos vencer las corrientes que creamos e intentar mantener la postura correcta de nuestro cuerpo.
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