Seguro que en más de una ocasión en los meses de verano durante nuestras vacaciones el estreñimiento hace acto de presencia. Se trata de un malestar que nos hace sentir pesados, hinchados y en muchas ocasiones nos puede producir dolor. Hay personas en las que el estreñimiento hace acto de presencia sin ningún motivo aparente y sin que nos demos cuenta. Pero a pesar de parecer que no tiene explicación, el estreñimiento se produce por una serie de motivos a tener en cuenta a la hora de evitar que este malestar aparezca en nuestras vidas y nos pueda hacer el verano insoportable.
Casi siempre cuando hace acto de presencia el estreñimiento solemos echar la culpa a la comida. Es cierto que en la gran mayoría de los casos el tipo de alimentación que llevamos a cabo tiene mucho que ver, pero no lo es todo, pues existen otra serie de cosas que no podemos pasar por alto a la hora de detenernos a saber los motivos por los que nuestro aparato digestivo no funciona como es debido. Es necesario que abramos nuestra mente y sepamos que otros muchos factores intervienen en el estado de nuestro aparato digestivo y en la eliminación de residuos a través de las heces.
La alimentación
La fibra es uno de los principales motivos por los que aparece el estreñimiento. Cuando nos vamos de vacaciones solemos disminuir la ingesta de este nutriente, y es que es necesario que al día consumamos como mínimo veinticinco gramos de fibra para mantener un tránsito intestinal adecuado. Pero al no estar en nuestra casa solemos comer fuera reduciendo siempre la ingesta de frutas y verduras y alimentos integrales. Por ello es necesario que optemos siempre por las opciones más saludables aunque comamos fuera, ya que es importante que dotemos al organismo de la fibra que necesita para así poder acudir al servicio con regularidad.
La ingesta de líquidos tiene mucho que ver a la hora de mantener una correcta eliminación de heces por parte del organismo. Muchas veces se achaca el estreñimiento al agua, ya que hay gente que piensa que su ingesta afectará al tránsito intestinal, pero realmente no tiene toda la culpa, sino que lo que hace que nuestro intestino no funcione de manera adecuada son otro tipo de líquidos, concretamente los refrescos y las bebidas alcohólicas que se ingieren en verano en terrazas y chiringuitos, y es que el agua al contrario hidrata y hace que los intestinos funcionen mejor. El alcohol lo que hace es deshidratar y por lo tanto evitar que el intestino funcione como es debido.
Otros factores
Pero no solo la alimentación y los cambios que se producen en la misma son los culpables, sino que existen otros factores como el estado de ánimo que tenemos en vacaciones. Por norma general en verano nos movemos de sitio y cambiamos de residencia por unos días. Esta situación lo que genera en muchos de nosotros es una sensación de estrés que se traduce en una pérdida de la regularidad a la hora de acudir al baño a eliminar lo que nos sobra. Los cambios harán que esto nos suceda a muchos, pero no se trata de un problema duradero en el tiempo, sino que poco a poco y a medida que nos encontremos adaptados al nuevo lugar nuestro organismo se volverá a regular de nuevo.
Otro factor que influye mucho a la hora de que aparezca el estreñimiento en los meses de verano es la falta de ejercicio físico. El ejercicio nos ayuda a la hora de poner en movimiento los intestinos y así facilitar la expulsión de los residuos por parte del organismo. En vacaciones apenas realizamos actividad deportiva, por lo que nuestro cuerpo deja de funcionar de la manera habitual, y esto se traduce también en la aparición del temido estreñimiento. Simplemente lo podemos solucionar saliendo a caminar una media hora cada día y así facilitar el tránsito intestinal y conseguir acelerarlo, evitando así la aparición del estreñimiento.
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