Desde siempre se ha dicho que las bicicletas son para el verano. Ahora estamos en esta época del año y muchos son los que deciden realizar rutas en bici o salir simplemente a dar un paseo con amigos o familiares. Por este motivo, y porque existen muchas lesiones derivadas de un mal uso de este vehículo, queremos hacer un repaso de algunos puntos a tener en cuenta antes de subirnos a una bicicleta.
Ante todo es importante saber que toda actividad deportiva debe ser lúdica, y más cuando se practica en vacaciones. En el caso de la bicicleta pueden aparecer molestias que degeneren en una lesión. Las zonas que suelen verse más afectadas son la rodilla y la cadera, aunque a otros muchos ciclistas les pueden aparecer molestias lumbares e incluso cervicales. Casi siempre la causa es un mal uso de la bicicleta que se puede evitar si se sabe cómo.
Comprar la bicicleta que mejor se ajuste a nuestro físico
Como primera norma es necesario que ajustemos a la perfección los componentes de la bicicleta a nuestra altura. Es cierto que esto debe empezar por la compra de la bicicleta, pues existen modelos mucho más altos y otros más bajos adaptados a las diferentes estaturas. Para ello probaremos la bicicleta antes de montarnos sobre ella y daremos un pequeño paseo con ella para testar su comodidad y adaptabilidad a nosotros.
Ajustar la altura del sillín correctamente
Una vez tengamos la bicicleta es necesario regular la altura del sillín. Para hacerlo lo que tendremos en cuenta es la colocación del cuerpo mientras estamos pedaleando, no la altura del sillín cuando estamos parados. La manera de saber si el sillín está correctamente será que la pierna no se estire del todo al realizar la pedalada. La rodilla debe moverse con facilidad, pero nunca tenemos que forzarla. El pie tampoco se debe despegar del pedal. Ante todo debemos dar una pedalada cómoda que nos mantenga estables y no nos haga ladearnos de un lado a otro. Tampoco es bueno que las rodillas se doblen demasiado hacia el pecho al pedalear.
Colocación adecuada del manillar
El manillar es otro punto que debemos tener muy controlado antes de subirnos a la bici cleta. La manera de regularlo será la siguiente. Para empezar debemos tratar que la espalda esté recta si mantenemos los brazos estirados. Es decir, el trasero debe permanecer apoyado en el sillín, las piernas como hemos comentado anteriormente, y los brazos estirados. En esta postura la espalda debe mantenerse relajada y estirada, sin presiones en la parte lumbar ni arqueamientos que pueden acarrearnos problemas de sobrecarga a la larga.
Estiramientos y calentamiento previos
Una vez colocada la bicicleta y regulada para nuestra altura, lo que haremos será preparar nuestro cuerpo. Para ello recomendamos estiras las piernas a la perfección. Después del estiramiento de piernas debemos hacer lo mismo con la parte superior del cuerpo, sobre todo la parte del cuello y los brazos. Para comenzar lo haremos a modo de calentamiento con una ligera vuelta en bici a pedalada suave a lo largo de un terreno suave. Este momento nos ayudará a aclimatarnos a la bici, corregir cualquier posible fallo de regulación de sillín y manillar y hacer que nuestro cuerpo se adapte a la actividad que vamos a llevar a cabo.
Imagen | Jofre Ferrer
Video | Youtube/ Mundo Mammoth
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