La mala circulación es una característica que muchas personas tienen por herencia genética, pero en cambio otras la acaban desarrollando a lo largo de los años a causa de los malos hábitos de vida que siguen. De este trastorno se pueden derivar infinidad de enfermedades, pero existe uno que mucha gente padece, las varices.
Este trastorno se origina principalmente a causa de una mala circulación sanguínea. Debido a la falta de retorno que sufre la sangre, se acaban debilitando las venas que la portan. El lugar donde se suelen producir las varices es en las piernas. Las venas se debilitan, se hinchan, aparecen amoratadas y en muchos casos pueden llegar a romperse y causar coágulos y enfermedades más graves. La mejor forma de evitar esto es tomar medidas preventivas cuanto antes.
Muchas son las causas que desencadenan las varices, y es que entre ellas destaca un exceso de peso, que aumenta la presión que sufren las piernas y evita una buena circulación sanguínea, ya que las venas se ven oprimidas. La falta de ejercicio también es una causa directa de varices, ya que es muy importante que estimulemos la circulación sanguínea y evitemos el estancamiento. Una de las mejores formas es a través del ejercicio.
Sí que es cierto que muchas personas tienen predisposición genética a sufrir varices, ya que la calidad de sus vasos capilares no es tan alta como la de otro tipo de personas, o que son propensos a tener una sangre menos fluida. Este tipo de personas es muy importante que eviten la formación de varices con unas sencillas medidas de prevención, y es que podemos evitarlas o si ya las padecemos aliviarlas.
La principal medida de prevención es el ejercicio. Caminar al menos media hora diaria nos ayudará a estimular la circulación sanguínea de las piernas y evitar el estancamiento. Pero el exceso de actividad física puede ser igual de perjudicial que el reposo, por esto es importante que personas que tienen trabajos en los que permanecen de pie muchas horas descansen, pues esta sobrecarga es también causa de varices.
El descanso de las piernas tanto para los que trabajan de pie como para los que no debe ser con las piernas en alto, es decir, tenemos que aliviar dentro de lo posible la sobrecarga de esta parte del cuerpo, y por ello cuando estemos sentados las elevaremos. Otra forma importante para relajar las piernas es mediante baños de agua fría encaminados a estimular la circulación sanguínea.
Un apunte importante para las personas que practican carrera, al terminar de correr es importante destinar unos minutos a bajar el ritmo y adaptar nuestro cuerpo a la fase de reposo, ya que si paramos al instante el ejercicio dejamos las fibras musculares cargadas de sangre que a la larga puede acabar por quedarse estancada y producir varices. Es recomendable regresar a la normalidad a través del ejercicio.
Otro punto a tener en cuenta es la elevación de las piernas a la hora de dormir, si las mantenemos en alto conseguiremos que circule menos sangre y que por lo tanto no se quede estancada. En el caso de sufrir varices, es importante que evitemos el calor prolongado en las piernas, por lo que no es nada recomendable el suelo radiante que hay en algunas casas. Un truco para aliviar la carga de las piernas es realizar vendajes con paños empapados de agua fría. Esto nos ayudará a descansar las piernas y mejorar la circulación.
Imagen | SXC
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