Con la llegada de la Navidad todo parecen celebraciones, afecto y alegría. Sin embargo, en estos días puede aparecer una compañera inesperada: la ansiedad. Y no es de extrañar. Para muchos de nosotros el hecho de tener que organizarnos para varias cenas - familiares, amigos, compañeros de trabajo -, planear y comprar los regalos perfectos, organizar el tiempo para viajar y dividirnos para ver a todos nuestros seres queridos puede suponer demasiado estrés.
De hecho, algunas encuestas han encontrado que hasta 6 de 10 personas adultas pueden sufrir ansiedad durante estas fechas. Por ello, es importante que sepamos qué podemos hacer para controlar nuestros niveles de ansiedad y cómo podemos sobrellevar estas fiestas sin sacrificar nuestra saludad mental. Para ello tenemos siete estrategias que nos ayudarán.
Adelantar las compras
Tanto la compra de regalos como las de comida para las fiestas pueden ser fuente de estrés para algunas personas. No solo por pensar en lo que comprar, sino por el desembolso económico y por la cantidad de aglomeraciones que nos encontramos según va avanzando el mes de diciembre.
Por ello, es buena idea adelantar las compras lo máximo que podamos. Existen algunos alimentos que podemos ir comprando con anterioridad y congelarlos hasta que queramos cocinarlos. Esto, además de ayudarnos a comprar poco a poco, y no hacer un gran desembolso de golpe, también nos evitará los amontonamiento y agobios de última hora.
Reservar un tiempo para ti mismo
En algunos casos vivimos en ciudades diferentes a las de nuestros familiares, por lo que en las fiestas podemos viajar a diferentes ciudades o venir ellos a nuestras casas. En cualquier caso, pasemos las fiestas en casas de otras personas o ellos en la nuestra, la verdad es que tenemos menos tiempo para nosotros.
La obligación de pasar todo el tiempo con nuestros familiares, pendientes de ellos, puede hacernos sentir cierto agobio en algunos momentos. Por ello, es buena idea que reservemos unos minutos al día para nosotros mismos, para estar solos y relajarnos. Ese tiempo a solas lo podemos utilizar para realizar actividades que nos gusten y relajen como escuchar música, leer o realizar ejercicios de relajación.
Planificar
Una estrategia que puede ayudarnos a mantenernos algo más relajados y sufrir menos estrés es la de planificar. Para ello es buena idea que, para empezar, planifiquemos cuánto presupuesto tenemos para gastarnos tanto en comida como en regalos. De esta manera tendremos una guía y no nos preocupara tanto pasarnos. Por otro lado, planificar a cuántas personas vamos a hacer regalos, qué les vamos a regalar y cuándo y dónde lo vamos a comprar nos ayudará a tenerlo controlado y no agobiarnos con hacerlo en el último momento y con prisas.
Evitar el alcohol y los excesos
El consumo de alcohol y la ansiedad no se llevan demasiado bien. Cuanto más alcohol consumamos más ansiosos nos sentiremos. Pero no solo eso, sino que puede llevarnos a tener comportamiento poco adecuados que, a la larga, nos avergüencen o hagan sentir mal.
Excedernos con la comida durante estas fechas también puede crearnos cierto estrés -especialmente en aquellos que están intentando cuidar su alimentación - y llevarnos a sentir culpabilidad. Es buena idea intentar moderar nuestra ingesta, pero si no lo hacemos debemos recordar que es algo puntual provocado por las fiestas y perdonarnos.
Prioriza lo que te apetece
En estas fiestas podemos sentir la obligación de hacer una serie de cosas -visitar a todo el mundo porque hace mucho que no los vemos, comer con la familia en vez de con los amigos, etc. -. Lo mejor que podemos hacer en estos casos es poner nuestras prioridades en orden e intentar guiarnos por ellas.
Si nos apetece más ir a tomar un café con nuestros amigos en vez de pasar una tarde con toda la familia, quizás es buena idea que lo hagamos y propongamos otro plan que nos guste más para estar con la familia en otro momento o viceversa. Sea cómo sea, reconozcamos y prioricemos lo que sí nos apetece.
Mantener la rutina
Sabemos que estas fechas son diferentes a casi cualquier otro momento del año. Sin embargo, mantener cierta sensación de rutina y control puede ayudarnos a sentirnos más relajados y rebajar los niveles de ansiedad. Por ello, si habitualmente salimos a correr, vamos al gimnasio, dormimos una serie de horas o seguimos un patrón de alimentación, es recomendable que sigamos haciéndolo durante estas fechas.
Tener un plan
Cuando sufrimos de ansiedad o de estrés muy habitualmente, solemos saber qué es lo que nos funciona para relajarnos. Por ello, es recomendable que en estas fechas tengamos claro lo que podemos hacer si nos sentimos demasiado ansiosos. En mi caso, por ejemplo, se que la técnica de respiración diafragmática me funciona y en momentos de estrés busco un rato para hacerla por las noches.
A otras personas les funcionan las técnicas de relajación como la de Jacbson o, simplemente, escribir sobre las emociones que están teniendo. Sea cómo sea, debemos saber qué nos funciona - un profesional de la salud mental puede ayudarnos en esto - y dedicar tiempo a realizarlo.
Este artículo fue originalmente publicado por Iria Reguera en diciembre de 2018 y ha sido revisado para su republicación.
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