Así es como funciona el test para detectar el coronavirus

Santiago Campillo

Colaborador

Licenciado en Biología, divulgador científico y autodidacta a tiempo parcial. Gentilhombre del S. XXI. La Comunicación Científica es mi pasión y también mi profesión cuando se deja. Inquieto por naturaleza, cómodo por vicio y creativo por enfermedad.

Seguimos en estado de alerta y, aunque la población está confinada, el virus sigue extendiéndose. ¿Cómo lo sabemos? Es decir, ¿cómo sabemos a ciencia cierta que alguien está infectado? ¿Hay falsos positivos? ¿Y negativos?

Las dudas sobre el funcionamiento del diagnóstico, como es lógico, surgen entre la población. Vamos a explicar el método más común de detección de la enfermedad, cómo funciona y cuáles son los errores que puede dar, porque la información es poder.

Cómo funciona el test de coronavirus para el COVID-19

Cuando una persona presenta síntomas y ofrece sospechas de infección por coronavirus, automáticamente, en España, se le pone en aislamiento preventivo voluntario u hospitalario, dependiendo de la situación. Inmediatamente se procede a confirmar el caso. La primera manera de hacerlo es mediante los síntomas y el cuadro clínico. También se emplean técnicas moleculares para salir de dudas.

La técnica estándar es realizar una PCR. Con estas siglas, de "Reacción en Cadena de la Polimerasa", se hace referencia a un procedimiento que consiste en lo siguiente: se toma una muestra de secreción, normalmente moco o saliva, donde se puede encontrar al virus en caso de infección. Esta muestra se lleva al laboratorio y se procesa con una serie de sustancias especiales.

El virus contiene en su interior una cadena de ARN con la información que necesita para reproducirse. Lo que hacen estas sustancias es liberar dicha cadena. Después, el proceso de PCR toma esta cadena y, mediante la polimerasa que lleva en su nombre, reproduce dicha cadena, copiándola y multiplicándola por millones.

¿Por qué queremos tantas copias de el ARN del virus? Muy sencillo: lo que hacemos después es usar una molécula con una sustancia de color o fluorescente que se pega a la cadena de ARN. Si solo tuviéramos unas pocas (miles, por ejemplo) sería muy difícil detectarla. Sin embargo, al tener miles de millones o billones de moléculas podemos ver más claramente estas moléculas que señalan la presencia del ARN y, por tanto, del virus. El proceso es más complejo y tiene diversas variantes, pero el concepto básico es suficiente para comprender cómo se realiza.

¿Puede dar falsos positivos?

Es muy difícil que este procedimiento de falsos positivos. Para que esto ocurra tendría que haberse contaminado la muestra con ARN del virus, exclusivamente. Esto, como comprenderéis, es casi imposible si se llevan las medidas de control y protocolos adecuados. En el caso del COVID-19, estos protocolos se llevan con un cuidado extremo.

En cualquier caso, un falso positivo, aunque es contraproducente pues supone tomar medidas drásticas ante una amenaza que no lo es, no es tan peligroso como un falso negativo, que impediría la detección de una persona infectada.

Entonces, ¿puede haber falsos negativos?

Sí. De hecho, se conocen algunos falsos negativos. Tal y como explicaba la periodista científica Ángela Bernardo, hablando sobre el caso de Díaz Ayuso, esto puede ocurrir debido a varias razones:

  • Casos asintomáticos temporales: el virus todavía no ha dado la cara y puede estar en bajas concentraciones en nuestro cuerpo. Podría pasar desapercibido ante esta prueba.
  • Mala recogida de la muestra: tal y como presentan algunos estudios, la mala recogida de la muestra puede terminar en un falso negativo.
  • Mala extracción de la muestra: como decíamos, en la prueba de la PCR hace falta obtener el ARN del virus aplicando cierta técnica previa a las copias. Si esta no sale bien y el ARN no se extrae o se destruye en el proceso, podría dar un falso negativo.

Como decíamos, esto es infinitamente más peligroso que un falso positivo ya que deja a un vector (una persona que puede transmitir el virus) con una falsa sensación de seguridad, pudiendo convertirse en una fuente mucho más grave de infección.

¿Existen otras pruebas para el coronavirus?

Sí. Ahora mismo están surgiendo los primeros kits inmunológicos (que no inmunitarios) para la detección del virus. Estos funcionan de una manera parecida a la PCR en el sentido de que se emplea una sustancia para "colorear" la presencia del virus. Sin embargo, no hace falta multiplicar las cadenas de ARN porque en esta ocasión lo que se utiliza son anticuerpos que detectan directamente al virus y sus partes.

De esta manera, estos anticuerpos, como harían en nuestro cuerpo, se pegan y, a su vez, permiten que señalemos dónde están los virus, como si de una baliza se tratase. Estos kits son más rápidos que la PCR ya que pueden realizarse en el momento y con una muestra de fluidos directamente.

Por otro lado, también son menos sensibles que la PCR y también son igualmente sensibles a dar falsos positivos. En cualquier caso, tanto un sistema como el otro, aunque relativamente baratos, tienen un coste. Lo que está claro es que con la llegada de los kits de inmunología los diagnósticos podrían facilitarse y acelerarse, si se adoptan de forma más común.

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