Baños de contraste para tratar problemas en las articulaciones

Las articulaciones son una parte del cuerpo que a muchos de nosotros nos suele dar algún que otro problema de vez en cuando, y es que suelen ser partes que aguantan mucha tensión y las cuales no tenemos en cuenta a la hora de recuperarnos. Por este motivo, y para mantener unas articulaciones descansadas y en perfecto estado lo que vamos a recomendar son los baños de contraste en los que intercalaremos el poder del agua con los cambios de temperatura.

Esta técnica de recuperación se ha estado utilizando durante siglos, y es una de las mejores maneras que existe de conseguir que una parte del cuerpo dañada se recupere. En esta ocasión lo que vamos a hacer es proponerla para las articulaciones, pero puede servirnos para todo el cuerpo, ya que podemos aplicarla a cualquier parte e incluso al cuerpo entero, pues no es para nada perjudicial, sino todo lo contrario.

Los baños de contraste lo que buscan es eso precisamente, establecer un contraste de temperaturas en el cuerpo, de modo que activemos el funcionamiento del organismo de manera interna. Para la realización de éstos es necesario que utilicemos dos recipientes con agua a diferente temperatura. En uno de ellos debemos tener agua caliente concretamente rondando los cuarenta grados, y otro con agua fría al lado que ronde los quince grados. De este modo lo que vamos a buscar es un contraste de temperaturas que es lo que nos ayudará a mejorar el estado de las articulaciones que vamos a tratar en esta ocasión.

Para ello lo que haremos será introducir la extremidad en el recipiente con agua caliente y lo mantendremos entorno a los cinco minutos. Acto seguido lo que haremos será introducirla en el que tiene agua fría y la mantendremos durante unos dos o tres minutos. Este acto lo repetiremos varias veces para hacer que la acción sobre la articulación que queremos tratar sea mucho más efectiva y nos de un resultado satisfactorio.

Estos baños tienen sobre el organismo una serie de efectos, ya que durante todo el proceso experimentaremos una vasodilatación por causa del calor y una vasoconstricción a causa del frío. Esto lo que hará será mejorar la circulación sanguínea en la zona tratada, ya que lo que estaremos haciendo es activarla por medio de los cambios bruscos de temperatura. Con esta estimulación de la circulación sanguínea lo que conseguiremos será una mejora considerable del estado de la zona afectada, ya que al aumentar el riego aumentará también la cantidad de nutrientes que recibe en esa parte del cuerpo.

Este tipo de baños no representa ningún problema para nuestra salud, por lo que todas las personas lo podemos realizar, y no tiene por qué ser siempre cuando estemos aquejados de algún mal, sino que podemos realizar este tipo de baños siempre y cuando lo creamos necesario, ya que nos ayudará a mejorar el estado general del cuerpo.

Vía | En Buenas Manos
Imagen | Plasticinaa

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