A día de hoy casi todos tenemos claro los perjuicios que puede tener para nuestra salud consumir más azúcar añadido del recomendado. Sin embargo, no es el único condimento que las OMS recomienda limitar. Concretamente, la indicación es no consumir más de cinco gramos de sal al día.
Sin embargo, en España consumimos casi el doble de la cantidad recomendada. Esto puede ser un problema dado que el alto consumo de sal se relaciona con problemas de salud afectando, por ejemplo, a nuestros vasos sanguíneos cerebrales. Pero no solo eso, sino que se ha encontrado una relación entre el consumo de sal excesivo y la mortalidad por causas cardiovasculares, entre otras. Hay algunas señales de nuestro cuerpo que nos avisan de que nos estamos excediendo.
Posible aumento de peso
Algunas investigaciones, como esta publicada en 2017, encuentran que el alto consumo de sal podría estar relacionado con un aumento en la sensación de hambre. Esto podría influir en la cantidad de calorías que consumimos y, por supuesto, en nuestro peso. Pero no solo eso, sino que también podría afectar a la retención de líquido que suframos. Otra investigación de 2015 relaciona también el alto consumo de sal con un aumento del riesgo de sufrir obesidad.
Sensación constante de sed
La señal más habitual de que estamos consumiendo mucha sal es la sensación de sed. Sin embargo, en contra de lo que podríamos creer, algunas investigaciones señalan que cuanta más sal tomamos menos agua bebemos. Por ello, es importante que nos aseguremos de hidratarnos adecuadamente.
Inflamación e hinchazón en el cuerpo
Las personas que llevan una dieta alta en sodio y sal pueden presentar una mayor sensación de hinchazón. Esto lo podemos notar en zonas del cuerpo más habituales como la tripa. Sin embargo, es posible que lo notemos también en los dedos de las manos, alrededor de los tobillos y otras extremidades.
Problemas para dormir
Algunas investigaciones han encontrado que las personas que tienen una dieta rica en sal presentan más problemas conciliar el sueño. No solo se irían más tarde a la cama, sino que dormirían peor durante la noche y se sentirían menos descansados en la mañana.
Mayor necesidad de orinar
No solo la sed será una señal de que estamos consumiendo demasiada sal, sino que la necesidad de orinar muy habitualmente también puede serlo. El alto consumo de sodio puede provocar que se absorba más agua de nuestras células y se lleve a nuestro flujo sanguíneo. Los riñones responderán eliminando más agua de la sangre y resultar en mayor necesidad de orinar.
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