En verano son habituales las intoxicaciones alimenticias, y es que las altas temperaturas y en muchos casos la mala higiene son dos aliados perfectos para propiciar el desarrollo bacteriano en los alimentos.
A simple vista muchos alimentos pueden parecer totalmente sanos y buenos para nuestra salud, pero el verano, y sobre todo las altas temperaturas pueden ser el medio idóneo para las bacterias, los hongos y algunos virus. Lo que debemos saber es cómo evitar los alimentos en mal estado.
Antes de nada es importante tener mucho cuidado con los alimentos que adquirimos, no solamente sirve con tener una buena higiene en nuestra casa, sino que tenemos que adquirir alimentos en buenas condiciones.
Debemos tener en cuenta la frescura de los alimentos cuando los adquirimos en el mercado. Una vez que los tenemos en nuestro poder la responsabilidad de las condiciones del alimento es nuestra. Es necesario que tomemos una serie de medidas para acabar con cualquier agente patógeno:
La primera máxima en la conservación de los alimentos es que cuanto más fresco mejor. Es importante que cuando adquiramos nuevos alimentos consumamos los más antiguos, tanto en la nevera como en el congelador no deben acumularse alimentos por mucho tiempo, pues todo alimento tiene fecha de caducidad aunque esté congelado.
Otro punto importante para que las bacterias y los virus no aparezcan es importante mantener los alimentos a temperaturas bajas. Lo ideal es situar nuestro refrigerador entre 0 y 5 grados centígrados. Nunca debemos dejar los platos elaborados a temperatura ambiente, pues aunque estén cocinados las bacterias aparecen con las altas temperaturas.
Es importante no mezclar alimentos que tienen tiempo y parecen pasados con alimentos nuevos. Ante cualquier duda es aconsejable tirar los alimentos. Una buena higiene es primordial tanto en los alimentos como en los utensilios que utilicemos para cocinar. Es importante que los limpiemos a conciencia pues los restos de comida son un foco de bacterias.
Si seguimos estos pasos podemos evitarnos un disgusto en vacaciones y disfrutar mucho mejor de los alimentos.
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