En verano más que nunca solemos tener comidas copiosas como parte de celebraciones, vacaciones, reuniones familiares o con amigos, entre otras. Y es tras estas cuando con mayor frecuencia ocurre un malestar estomacal y la acidez. Por eso, te mostramos cómo luchar contra la acidez de estómago tras comidas abundantes en verano.
Lo mejor es prevenir
Demás está decir que lo más aconsejable sería evitar que la acidez aparezca y para ello el consejo de siempre prevalece: comer con moderación ante todo.
Es decir, debemos evitar las comidas copiosas y cargadas de alimentos de mala calidad que dificultan mucho la digestión estomacal. Por ejemplo, sería recomendable evitar frituras, comidas muy picantes o condimentadas en exceso, salsas, platos muy salados o con azúcares en grandes proporciones, y también todo lo que sea rico en grasas y ácido tales como bollos, pasteles, snacks comerciales o fiambres y embutidos.
Además de esto siempre es aconsejable evitar el hábito de fumar y el consumo de alcohol, pues ambos son irritantes de la mucosa gástrica y pueden acentuar o incluso originar la acidez.
Masticar bien cada bocado, comer despacio, evitar bebidas carbonatadas y azucaradas y sentarse a ingerir alimentos en un ambiente relajado o placentero también resulta aconsejable para favorecer el proceso digestivo y así, evitar la acidez.
Cómo contrarrestar la acidez una vez presente
Si a pesar de hacer todo lo posible por prevenir la acidez ésta se hace presente en tu cuerpo con relativa frecuencia, quizá tengas un padecimiento físico que promueve el reflujo gastroesofágico y sea necesario que consultes con un profesional de la salud al respecto.
Sin embargo, también hay algunas medidas que pueden reducir el síntoma de ardor o quemazón que caracteriza a la acidez, como lo que mostramos a continuación:
- Llevar una dieta blanda para disminuir el trabajo digestivo y no agravar la acidez presente.
- Comer cada dos horas aproximadamente para que el ácido cirulante se ocupe en digerir alimentos y no nos irrite la mucosa del estómago ni el esófago.
- Beber agua poco a poco con regularidad, pues alivia la sensación de quemazón.
- Ingerir alimentos templados o fríos que reducen considerablemente el ardor y la sensación propia de la acidez.
- No acostarse inmediatamente después de comer sino esperar al menos un par de horas tras una ingesta abundante. Esto favorece que al momento de ponernos en posición horizontal ya estén los alimentos digeridos y así, el ácido tiene menos probabilidades de alcanzar el esófago y ocasionar acidez.
- Elevar la cabecera al dormir y colocarse a 45°, para promover el descenso del ácido del estómago hacia el resto del aparato digestivo y así, reducir los síntomas presentes.
- Prioriza en tu dieta la ingesta de alimentos que neutralizan la acidez como cereales, frutas y verduras diversas, legumbres bien cocidas que tienen un ph alcalino así como huevos, lácteos y pescados y en menor medida carnes blancas.
Ya sabes, aunque lo mejor es prevenir siempre con una buena dieta podemos contrarrestar la acidez que surge ante comidas copiosas durante el verano.
Imagen | Pixabay e iStock
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