Sobre el cuidado de la salud mental y la prevención de enfermedades como la demencia los hábitos, especialmente la dieta, puede tener gran influencia. Así, un reciente estudio señala que el consumo habitual de café podría ser de ayuda para prevenir o retrasar la enfermedad de Alzehimer.
Mayor consumo de café y deterioro cognitivo más lento
La investigación publicada recientemente evaluó la asociación entre la ingesta de café y el deterioro cognitivo, así como la acumulación de beta-amiloide cerebral estrechamente vinculado a la enfermedad de Alzheimer.
Durante 126 meses se recolectaron con cuestionarios autoinformados datos sobre el consumo de café en 227 adultos mayores cognitivamente normales, y se evaluó la función cognitiva mediante una serie de exámenes y test neuropsicológicos.
Los resultados señalan que un consumo habitual de café se asocia a un deterioro cognitivo más lento, en la función ejecutiva, en la atención y en un compuesto cognitivo preclinico que se ha demostrado de utilidad para medir los primeros signos de deterioro cognitivo y demencia.
Asimismo, un mayor consumo de café se asocia a una acumulación de beta- amiloide más lenta, lo cual resulta clave en la prevención o el retraso de la enfermedad de Alzehimer.
Así, el consumo habitual de café puede ser protector contra la enfermedad de Alzehimer. No obstante, se desconoce la causa exacta de este beneficio y si bien la cafeína podría ser un factor involucrado, también otros componentes del café tales como los compuestos fenólicos podrían tener gran influencia.
Por ello, un consumo moderado de café podría ser recomendable, aunque siempre es importante prevenir excesos, ya que la cafeína en elevadas proporciones puede tener muchos efectos secundarios indeseados. Estudios futuros se necesitan para determinar si un café descafeinado podría tener igual beneficio sobre la salud mental y la función cognitiva.
Imagen | Jumpstory
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