El corazón es la bomba biológica que hace que la sangre y los elementos que contiene llegue a todos lados, de ahí la importancia de cuidarlo, para que ese músculo no pierda fuerza en sus contracciones y funcione de la manera más económica posible. Cuidar el corazón es fácil, sólo hay que tener en cuenta tres factores: alimentación, ejercicio y descanso.
Una alimentación sana y equilibrada no sólo hará que el corazón bombée los nutrientes a todas nuestras células, sino que las vías por las que viaja la sangre no se vean obstruidas por grasas y colesterol y se favorezca el retorno venoso para limpiar todas las impurezas.
El ejercicio es bueno para todos los músculos del organismo, corazón incluido. Sobre todo ejercicio aeróbico, que hará a nuestro corazón más grande y fuerte, por tanto más eficiente al bombear más cantidad de sangre con menos esfuerzo, lo que se traduce en más vida útil de este músculo.
Y el descanso no puede faltar, porque por muy bien que nos alimentemos y mucho ejercicio que hagamos si no hay descanso no sirve de nada. El descanso es como un formateo para el organismo, un reseteo que nos pone a punto para empezar un nuevo día. Se llenan los depósitos de energía y el cerebro está más operativo.
En definitiva, cuidar al corazón es fácil y a la larga él nos lo agradecerá con menos enfermedades y mayor capacidad de hacer un esfuerzo cotidiano conforme pasen los años. Corazón sólo hay uno, cuidalo.
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