No es que el ejercicio sea recomendable para prevenir o recuperarse en caso de cáncer, es que hay mucha evidencia de que es una medida excelente, que reduce el riesgo (está muy estudiado en ciertos tipos de cáncer) y mejora la calidad de vida, disminuyendo también la probabilidad de sufrir recaídas.
En Vitónica estamos muy concienciados con la difusión de información positiva y saludable para mejorar nuestro estilo de vida, y no podíamos faltar hoy, en el Día Mundial contra el Cáncer, por eso vamos a aportar datos para resaltar la importancia del ejercicio en la lucha contra el cáncer:
El ejercicio como factor protector contra el cáncer
Cáncer de colon: Aunque no hay ninguna medida, o conjunto de ellas, que prevengan por completo el cáncer, hay evidencia científica de que las personas que realizan ejercicio tienen en torno al 40-50% menos de riesgo de sufrir cáncer de colon que aquellos sujetos sedentarios. Esto es un dato importante ¿no? Tanto para prevenir la enfermedad como recaídas, el ejercicio tiene mucho que decir.
Cáncer de mama: Es otro de los tipos de cáncer que más se beneficia del ejercicio físico. En este caso, la disminución del riesgo es en torno al 30-40%, tanto para desarrollar cáncer como para las recaídas, y el dato es el mismo independientemente de si hay muchos antecendentes familiares o riesgo de cáncer de mama. Esto quiere decir algo muy sencillo: el ejercicio siempre es beneficioso en la prevención del cáncer de mama.
Estos son habitualmente los tipos de cáncer en los que más se recomienda el ejercicio (porque hay evidencia más sólida), tanto para la prevención como para el tratamiento, además de para reducir el riesgo de recaídas y mejorar la calidad de vida. Los datos los podéis consultar en la web de Cancer.Net.
El ejercicio como aliado contra el cáncer
En otros tipos de cáncer, como el de útero o el de pulmón, hay indicios de que el ejercicio ayuda a la prevención, pero la evidencia no es tan sólida. De todas maneras, el ejercicio, la mejora en general de la condición física, mejora el pronóstico de recuperación en caso de cirugía para operar un tumor, o recibir quimio o radioterapia. Mientras mejor sea el nivel físico antes de sufrir estos procesos, menor será la pérdida de capacidades.
El ejercicio terapéutico, con entrenamiento de fuerza, ayuda en casos como el linfedema (consecuencia frecuente en el caso del cáncer de mama y en otros tipos de cáncer). También ayuda a combatir la fatiga inducida por el cáncer. Lógicamente todo esto debe hacerlo un equipo profesional adaptado al trabajo con este tipo de pacientes.
Y para más información sobre los beneficios del ejercicio físico en la lucha contra el cáncer, os invito a conocer y difundir el trabajo del grupo Cuídate, que trabajan combatiendo el cáncer con la aplicación de fisioterapia y ejercicio terapéutico en distintos grupos de pacientes, realizando diferentes proyectos de investigación.
En Vitónica | Superación personal: Michael Maldonado - Cáncer, diabetes, neumonía y fitness
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