La dispepsia es una palabra muy usada entre los profesionales de la salud para describir un conjunto de síntomas que suele presentarse en quienes tienen gastritis o reflujo gastroesofágico pero que también pueden desarrollarse sin patología causante. Te contamos de qué se trata este padecimiento molesto pero frecuente.
Qué es la dispepsia
Se denomina dispepsia a un cuadro clínico que incluye dolor o molestias en el abdomen superior así como síntomas de quemazón, presión o sensación de plenitud e hinchazón de vientre. Estos síntomas pueden o no estar asociados a la ingesta de alimentos.
A veces también se presenta saciedad precoz, náuseas y eructos como parte del cuadro que caracteriza a la dispepsia, un problema que afecta a un 30% de la población según la International Foundation for Gastrointestinal Disorders. Resulta muy molesto y puede afectar considerablemente la calidad de vida de quien la padece.
Si bien la dispepsia suele ser un síntoma de gastritis o de reflujo gastroestofágico como dijimos antes, hay un gran porcentaje (80%) de los afectados que padecen este trastorno sin causa orgánica y en estos casos se habla de dispepsia funcional como señala un estudio realizado en Madrid. Es decir, es una dispepsia no ocasionada por una enfermedad demostrable.
El tratamiento puede ser farmacológico, especialmente atacando las causas cuando la dispepsia es secundaria a gastritis u otra enfermedad, aunque cuando se trata de dispepsia funcional se intenta aliviar los síntomas de diferentes formas.
Suele ser útil una dieta con alimentos fáciles de digerir, así como se aconseja evitar el alcohol y el tabaquismo, o comidas muy abundantes e irritantes del aparato digestivo que pueden agravar los síntomas de la dispepsia.
Sea cual sea el padecimiento o los síntomas que experimentemos, ante un caso de dispepsia se recomienda siempre consultar con un profesional de la salud.
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