La enfermedad es algo que queremos evitar a toda costa, por este motivo mantenemos constantemente unos hábitos de vida saludables encaminados a gozar de una buena salud y mejorar así la calidad de vida. Pero el problema reside en que en muchos casos esa salud se ve afectada de forma indirecta por nuestro entorno, concretamente por los lugares en los que vivimos, a los que se conoce como edificios enfermos. Aunque parezca una tontería, la construcción de las viviendas tiene mucho que ver en la salud de los habitantes de las mismas, y es que los materiales con los que están elaborados los edificios que nos rodean es un punto a tener en cuenta para evitar trastornos que se generan de múltiples radiaciones y alergias que se desatan en nuestro organismo.
Los materiales de construcción de un edificio están presentes en su estructura durante todos los años de vida de ese edificio, por lo que a lo largo de este tiempo el uso de materiales inadecuados puede hacer que éstos estén emitiendo sustancias químicas que afectan a nuestro organismo de una u otra forma. Por este motivo es importante que sepamos con qué están construidas nuestras viviendas, y es que apostar por los materiales biodegradables es lo más acertado para mantenernos seguros. Para solucionar esto el diseño se está poniendo manos a la obra y se están eliminando de las nuevas construcciones los materiales susceptibles de representar un peligro para el ser humano. Por este motivo, algunos como el PVC, que tan de moda han estado durante años, se han dejado de utilizar por considerarse un peligro patente para la salud. Lo mismo sucede con otros materiales como el formaldehído. Ambos contienen gran cantidad de materiales volátiles que absorbemos y que afectan a nuestra salud. En la actualidad la tendencia es a utilizar materiales mucho más fáciles de manejar y que son totalmente biodegradables, es decir, que se encuentran en la naturaleza y forman parte de ella. Un ejemplo claro de estos son las maderas, los barros cocidos, el adobe, la porcelana, el vidrio... Todos estos materiales nos ayudarán a conseguir una vivienda mucho más adaptada a nuestra naturaleza y sin el riesgo de sufrir enfermedades derivadas de factores externos que nos impiden mantener una buena salud. Los edificios verdes están acabando con las antiguas construcciones en las que lo que predominaba era el diseño y los materiales en los que no se tenía en cuenta a sus moradores. Actualmente esto ha cambiado y lo que se busca es conseguir un mimetismo con la naturaleza. La forma de hacerlo es impactando lo menos posible en ella y lograr que los que vamos a habitar estos lugares no suframos las consecuencias de unos materiales que no se han tenido en cuenta ni se han pensado para el ser humano. Es por esto por lo que debemos tener muy en cuenta a la hora de adquirir una vivienda los materiales en los que está construida y los beneficios que tendrá para nuestro organismo.
Imagen | nornir
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