La deshidratación es uno de los problemas con el que más nos encontramos en los meses de verano, y es que el calor obliga a nuestro cuerpo a experimentar una mayor sudoración a causa de las altas temperaturas y la regulación térmica que éste lleva a cabo a través de la expulsión de líquidos. Esta pérdida constante de líquido es la que hace que debamos mantener unos niveles óptimos de hidratación. Por ello es necesario que prestemos atención a los signos de la deshidratación.
El agua es necesario para un correcto funcionamiento del organismo. Nuestro cuerpo está formado en su gran parte por este líquido, por lo que es necesario mantener unos correctos niveles del mismo, ya que la falta puede afectar gravemente a nuestros órganos. Aunque es cierto que el cuerpo antes de que esto suceda nos avisará de que algo no anda bien a través de diferentes signos. El primero y más habitual es la sensación de sed, pero existen otros más a tener en cuenta.
Deshidratación leve
La sed es un síntoma inequívoco de que algo en lo que se refiere a hidratación corporal no anda bien, y es que tener sed es la alarma que nuestro cuerpo pone en marcha. Por ello cuando notamos sed nuestros niveles de hidratación están bajos y necesitamos reponer los líquidos perdidos. Es importante que la sed no haga acto de presencia, por lo que es necesario que constantemente estemos reponiendo líquidos mediante la ingesta de bebidas cuando hace calor. Si la sed aparece no debemos demorarnos en dar a nuestro cuerpo el líquido que demanda, ya que si no podemos empeorar aún más la situación.
El dolor de cabeza ligero es otro de los síntomas que aparecen en nuestro cuerpo cuando aparece la deshidratación leve, al igual que la sensación de boca seca y pegajosa. Sentirnos mareados ligeramente es otro de los síntomas, así como falta de orina. Este cuadro normalmente se debe a una deshidratación leve, por lo que se soluciona rápidamente si ingerimos líquidos a sorbos pequeños y constantes para que el cuerpo lo asimile de la mejor manera posible.
Deshidratación severa
En los casos de deshidratación más grave los síntomas que padecemos serán otros a tener en cuenta, ya que sentiremos que se nos nubla la vista y los ojos aparecerán como hundidos y ojerosos. El aumento del cansancio corporal y la sensación de sueño constante es otro de los síntomas, así como en muchos casos las ganas de vomitar y un malestar general en el cuerpo que puede acabar en desvanecimiento. Estos casos más severos de deshidratación deben ser tratados por un médico, ya que es necesario que acudamos a urgencias con una persona que presenta estos síntomas.
Todos estamos a la merced del calor y todos tenemos la posibilidad de padecer una deshidratación, pero existen una serie de que son más vulnerables, como los niños, los ancianos y las personas enfermas. En ellos debemos depositar nuestros cuidados y es necesario que constantemente estén consumiendo líquidos de manera lenta pero habitual. En el caso de los deportistas el riesgo también es alto, sobre todo si se practica deporte al aire libre. Por ello es necesario que tengamos siempre a mano una botella con agua o una bebida isotónica, que además de reponer líquidos nos ayudará a mantener unos buenos niveles de electrolitos.
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