Mantener una buena salud cardiaca es la intención de muchos de los que acuden al gimnasio a entrenar o de aquellos que practican algún deporte. Lo que persiguen es mejorar la circulación y evitar problemas cardiacos o cualquier tipo de enfermedad que pueda dañar su salud. Por norma general lo que solemos hacer para lograr esto es realizar entrenamientos aeróbicos, pero no solo estos son los que nos pueden ayudar a la hora de mejorar la salud cardiaca, sino que los anaeróbicos también pueden sernos de gran utilidad.
Correr, nadar, andar en bici, caminar… Son algunas de las actividades aeróbicas más habituales a la hora de buscar una correcta salud cardiaca. Este tipo de ejercicios los solemos realizar en interior y en exterior, y se trata de actividades que tienen un desarrollo suave, tanto que nos permiten realizarlas durante un periodo dilatado en el tiempo, lo que nos ayuda a trabajar la resistencia a la vez que mejoramos la respiración y la circulación, y con ello la oxigenación completa de todo el organismo.
A pesar de todo existen muchos personas que no tienen tiempo para realizar actividades aeróbicas durante mucho tiempo, por ello es importante que hagamos hincapié en que no solo el ejercicio aeróbico que hemos comentado anteriormente es capaz de hacer que consigamos una buena salud cardiaca, ya que el ejercicio anaeróbico de alta intensidad también debe contar. Cuando trabajamos de manera anaeróbica lo que hacemos es someter a nuestro cuerpo a un trabajo de alta intensidad durante un corto periodo de tiempo. Ejemplos de esto son el levantamiento de pesas, las carreras de alta intensidad, los sprint de bicicleta… En estos momentos también ponemos a trabajar el sistema circulatorio a la vez que lo fortalecemos.
La manera de conseguir que con el ejercicio anaeróbico trabajemos el sistema circulatorio es que durante un pequeño espacio de tiempo desatamos en el organismo una rápida respuesta y acción por parte del corazón, al que obligamos a bombear sangre de manera rápida en un periodo corto de tiempo, cosa que en ejercicios aeróbicos no sucede, ya que el ejercicio es mas progresivo y prolongado, consiguiendo mantener una constante en lo que a circulación se refiere. Con el ejercicio aeróbico trabajamos la resistencia y la capacidad pulmonar, algo que con el anaeróbico no sucede, aunque con ambos trabajamos de manera igualitaria el sistema circulatorio y ponemos a trabajar el corazón. Esto debemos tenerlo en cuenta si apenas tenemos tiempo para dedicar a realizar largas sesiones de ejercicio aeróbico, aunque desde luego siempre es recomendable, pues debemos acostumbrarnos a variar las rutinas y trabajar nuestro cuerpo de diferentes formas para así lograr mejores resultados.
Imagen | MyGymworkout.co.uk
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