El embarazo es una condición fisiológica en la cual la mujer aumenta de peso en función de sus requerimientos y los del feto, ya que si no fuese de esta manera, el organismo de un sólo ser humano no podría afrontar tal situación que conlleva un gasto calórico estimado de 60.000 Kcal. Por eso, el embarazo no es momento apropiado para perder peso o mantenerlo.
Las mujeres que presentan sobrepeso u obesidad deberían ganar menos peso durante la gestación que aquellas que presentan peso normal antes del embarazo, pero a pesar de los riesgos que implica conjugar obesidad y embarazo, nunca se debe pensar en una nula ganancia de peso o en adelgazar en esta situación biológica, pues se puede afectar seriamente la gestación del niño.
Para que podamos fundamentar mejor la ganancia de peso durante el embarazo, es importante comprender que durante el mismo debe existir un crecimiento uterino, placentario y fetal, aunque la madre también gana masa grasa, volumen mamario, volemia y masa magra debido a que su cuerpo debe poder enfrentar después, la lactancia.
Entonces, en líneas generales se requieren durante el embarazo, unas 300 Kcal extras por día, mientras que durante la lactancia se necesitan 640 Kcal más al día que pueden afrontarse con lo ganado en el embarazo si este tuvo un desarrollo adecuado. Esta es la razón por la cual muchas mujeres logran su peso previo amamantando.
Debe entonces quedar claro que si bien la obesidad es un factor de riesgo en el embarazo porque puede dar origen a muchas complicaciones, todas las mujeres , aun las obesas, deberían aumentar de peso mientras están gestando. Es decir, el embarazo no es momento apropiado para perder peso o mantenerlo.
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Imagen | Fabiogoveia