Ponerse moreno, al igual que conseguir un cuerpo perfecto, no es cuestión de dos días. El bronceado rápido y agresivo ya sabemos lo perjudicial que puede llegar a ser. Por eso el proceso de broncearse es similar al de entrenar, poco a poco, cuidando la alimentación y respetando los periodos de descanso.
A falta de un par de meses para el verano el sol no es tan agresivo y tomar el sol en mayo nos dará una base para que la melanina empiece a hacerse notar. No se trata de tomar el sol 2-3 horas diarias, con salir a pasear al sol o hacer deporte en la naturaleza empezaremos a tomar los primeros rayos que avisarán a nuestro cuerpo que ya casi estamos en verano.
Evidentemente las zonas de playa son privilegidas en este sentido, sólmante con tomar el sol una media hora al día a estas alturas nuestra piel empezará a tomar color. Eso sí, aunque ahora el sol no pegue tan fuerte sigamos respetando las horas más agresivas, de 12 de la mañana a 6 de la tarde.
Tampoco es cuestión de obsesionarse y ponerse negro en mayo, nuestra piel también necesita descanso para recuperarse de las radiaciones y poner su medio de protección, que es el color moreno. Por eso tómatelo con calma y date un baño de sol con precaución. Tampoco está de más el utilizar crema solar, que no resta color a nuestra piel y sí añade protección.
Una vez que llegue el pleno verano con un sol de justicia nuestra piel agradecerá estar ya medio bronceada, ya que no sufrirá tanto las radiaciones y se evitará el ponernos rojos como tomates el primer día que veamos el sol.
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