No solo los fumadores activos sufren los efectos del consumo de tabaco, sino que aquellos que estamos expuestos a su humo como fumadores pasivos también padecemos los efectos. Entre otras cosas, tenemos más riesgos de padecer una bronquitis, nos expone a las sustancias tóxicas de los cigarrillos y, en el caso de los niños y adolescentes, puede incluso influir en su rendimiento escolar al afectar al número de veces que tienen que ausentarse del colegio o instituto por estar enfermos.
Una nueva investigación, publicada a finales del pasado mes de diciembre, ha encontrado un nuevo efecto secundario que padecen aquellas personas que son fumadoras pasivas habituales. Según los resultados de este estudio, el hecho de estar expuestos de manera habitual al humo del tabaco en interiores podría provocar cambios en la actividad eléctrica del corazón.
El hecho de padecer ese tipo de cambios en la actividad eléctrica del corazón puede predecir el riesgo de padecer arritmias cardiacas e incluso muerte súbita por fallo cardiaco. Estos resultados, según los propios investigadores, podrían indicar que el hecho de ser fumadores pasivos podría afectar a las células y cambiar el modo en que el corazón late.
Esta investigación se llevó a cabo en ratones que fueron expuestos al humo del tabaco de manera pasiva dentro de unas cámaras especialmente diseñadas para evaluar el efecto en la salud de algunas toxinas. Los niveles de tabaco que inhalaban los ratones eran similares a aquellos que se pueden encontrar en sitios públicos donde hay fumadores. Una de las particularidades de esta investigación es que examinaron los cambios celulares en el tejido del corazón.
Estos ratones estuvieron expuestos durante 12 semanas, cinco días a la semana, a seis horas dentro de la cámara. Los resultados mostraban que el corazón de aquellos ratones que estuvieron expuestos a aire filtrado respondían con normalidad, mientras que el de aquellos que habían estado expuestos al humo del tabaco estaban afectados y no eran capaces de responder adecuadamente a velocidades rápidas. Además, encontraron que el calcio, que regula las contracciones del corazón, no respondía lo suficientemente rápido, lo que provocaba inestabilidad en los latidos.
Estos resultados sugieren que estar expuesto de manera continua al humo del tabaco puede influir en la salud de nuestro corazón y afectar al riesgo que tenemos de padecer alguna enfermedad cardiovascular. A falta de realizar estudios que nos indiquen si estos efectos son reversibles al dejar de estar expuestos al humo o no, lo que sí nos señala es el riesgo que padecemos al inhalar humo como fumadores pasivos.
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